Hay muchas formas de manipular ¿Has pensado alguna vez que, a menudo, utilizamos el amor para doblegar al otro? Existen varias formas de actuar, pero, invariablemente, jugamos con las vibraciones del otro.
La amabilidad puede convertirse en una manipulación cuando la utilizas para obtener un favor del otro o incluso para que te perdone alguna tontería.
En estos casos utilizas todas tus armas para alcanzar un fin. La amabilidad calculada, intencionada, constituye un abuso de poder sobre el otro. Actúas con delicadeza para influir sobre tu pareja o bien para obtener una respuesta favorable.
Muchas personas débiles se sienten constantemente manipuladas. Es cierto que, en el ámbito relacional, la manipulación desempeña su papel. En la relación amorosa, diría que es precisamente en nombre del amor y por amor cuando la debilidad ocupa el sitio que le corresponde a este sentimiento compartido. Cuando la manipulación forma parte del programa de nuestra relación amorosa, ésta empieza a apagarse.
Desgraciadamente, demasiado sensible a las vibraciones, tu corazón acepta que lo manipulen para preservar el amor. ¿Pero no es ante todo por facilidad por lo que aceptamos convertirnos en el juguete del oportunista?
No hay comentarios:
Publicar un comentario