¡SOY BOHEMIA ! ¿Y QUÉ?

Siempre me preguntan ¿que es ser Bohemio? les respondo : El Bohemio vive por vivir , se llena de angustia sin tener por qué, pero está alegre cuando otros no están.

El Bohemio vive su vida incansable de ideas ,algunas creativas y otras filosóficas, todas para hacer de su vida un paraíso. El Bohemio no teme, solo porque él vive su vida como quiere, ahora sin causarles daños a sus semejantes. Vive la vida con principios y hasta con responsibilidad pero hace lo que quiere cuando quiere. En la música encuentra pinturas, en las poesías encuentra música, y en las pinturas encuentra versos ...es así mientras que se bebe su copa y sin faltar un café en un bar escondido adonde solo se lee por la media luz y la atmósfera del tabaco. La noche es su tarima....ahi baila, canta, bebe, conversa y admira a otros como él. Se proclama el duende de la noche. Ve el mundo con otros ojos ...él ve colores en el cielo nublado, ve la melancolía en una rosa brillante en su esplendor.

Gracias a todos que entienden estas breves letras. ¡SÍIIIIIII!!!! ¡Soy una Bohemia !!! ¿y Qué?

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LO PROFUNDO (según Oscar Wilde). Por Alexánder Jesús Rozo

Mas, si bien es cierto que proponerse llegar a ser un hombre mejor sería una hipocrecía sin fundamento,


llegar a ser un hombre más profundo es privilegio de los que han sufrido. Y creo haberlo logrado" Wilde.

Pocas cosas ofrecen mayor fascinación que el martirio. Eso a pesar de que como dijo un poeta ingles, nada, después de la tiranía es mas despreciable. La clave, supone uno, tiene que ver con la trascendencia de la que ha dotado al mártir la tradición religiosa de occidente desde hace veinte siglos. Alguien dijo que el cristianísmo es la estética del sufrimiento. Se sabe sin embargo que el sacrificio es una constante antropológica, y que muchos hombres primitivos consideraban un honor ser los elegidos para aplacar a los dioses y redimir a los hombres. Susan Sontag dijo alguna vez que incluso el artista es una ofrenda.

En la era del vértigo y la sofisticación de la tecnología es posible asumir cualquier papel en un simulador: el de verdugo sin alma o de victima que resucita. La ficción invade la vida, y las causas que motivaban el martirio parecen risibles hasta el grado de ser invisibilizadas u olvidadas en la indiferencia, y sin embargo el sufrimiento y la injusticia, esas otras continuidades de lo real están ahí, en la demanda de nuevos heroísmos inútiles, pero quizá necesarios e inevitables en función de la furia de los dioses o el sentido trágico de la existencia.

Nietzsche dijo que la crueldad es un placer, y que la autoinflingida raya en la voluptuosidad al no ser proyectada o encausada en otras criaturas. Y lo dijo en serio, como una de sus mas serias y lacerantes agudezas. Cristo, Luther King, Sócrates, Gandhi, el che, la lista sería larga, creyeron entregarse por algo mejor. Y tal vez lo lograron, aunque aveces uno tema que cada conquista social o avance civilizatorio están viciados de hipocrecía, de culpa que se convierten en altares, compensaciones, discriminaciones positivas, compasión.

Oscar Wilde se sacrificó en una cárcel. Desde allí compuso una balada desgarradora. Luego se dió a DE PROFUNDIS, libro confesional que Gidé no juzgaba brillante. Lo es para un hombre que puso el genio en su vida, según dijo el mismo, y solo el talento en su obra. Entonces es un documento que en lo formal entusiasma por su cuidada prosa y su estilización, y que en su contenido, generoso en explicaciones, fatiga, ya que se convierte en una larga recriminación que deja ver también cierto grado de autoconmiseración vana, lo que no le resta un ápice de belleza, que como sabía Wilde, es lo que está llamado a perdurar. Y esta supera las infidencias, el sentimentalísmo y la dramatización excesiva de un inexplicable tormento amoroso, que es el viejo asunto de la espina y la rosa. Lo que no quiere decir que Wilde mereciera su suerte. Aun precipitándola, nada justifica su condena: atroz martirio de un esteta dispuesto a transformar su época. Su delito no importa. Era el amor. Su encierro parece hoy un chiste. Pensó que la sociedad le íba a perdonar su osadía, por el simple hecho de que su obra la divertía.

Gidé en su libro sobre Wilde refiere otras temeridades. En todas es fácil reconocer el espíritu pagano y la corrosiva inteligencia sumados al ingenio verbal y las versiones libres de los personajes bíblicos que eran una provocación a la moral victoriana, así como apuntes sueltos que exhalan la sensualidad o abusan del humor negro y la mas fina ironía, o deliciosas ensoñaciones de un hombre libre que condensaría todo esto en sus obras de teatro, sus cuentos y su única novela, EL RETRATO DE DORIAN GRAY, en la que Lord Henry parece el alter ego y representante de sus ideas.

En DE PROFUNDIS aflora otro hombre. Uno humillado pero no arrepentido, postrado y sin embargo en posesión de la preciada capacidad de analizarse, aceptarse y justificar sus actos, reivindicando el amor y el perdón desde una celda. Anulando el pasado con toda la incomodidad, la tristeza y la poesía que transmiten las palabras, último refugio y evasión del escritor que trata de convertir su dolor en energía creativa. Mas que cualquie rcosa, este libro es el testimonio de un hombre que ya no tiene nada que perder pues está en un infierno. Un registro minucioso del itinerario que lo llevó allí y una constancia de como la tragedia y la fatalidad signan la vida humana, pero no la derrotan, una declaración de confianza y redención en el mañana en la convicción de que el amor es imaginación y la crueldad carencia de ella.

Jean Genet y El marqués de Sade escribieron de y desde la cárcel en el fondo de la desesperación o el cinísmo por el alto precio de su libertad. Sufrieron. Son grandes. Wilde insiste en como el amor como el odio pueden cegar la razón y llevar a los hombres al sacrificio propio o ajeno. Tal fué la consecuencia de su proceso. Alli enfermó, pero no se rindió. En algún lugar George Steiner sostiene que la diferencia entre la tragedia griega y la Biblia hebrea consiste en el sentido y la finalidad: el por qué y el para que del sacrificio, del sufrimiento, del dolor, del heroísmo. En DE PROFUNDIS el profano Wilde abraza el cristianísmo, porque crée que Jesús, de quien considera que tiene alma de poeta y cuerpo de mendigo, murió por algo mas importante. No lo se, no lo creo, pero debo reconocer que su dolor ha inspirado a quienes sufren sin justificación pero lo asumen. Me siento orgulloso de mi amigo Helbert. Es uno de ellos....y espero que siempre logre convertir el sufrimiento en energía creativa, que fué lo que hizo Nietzsche. El sufrimiento enseña, y todo lo que no nos mata nos hace mas fuertes, dijo.

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