Esperá. Voy hasta el mostrador a pedir un cafecito. Es que hoy no lo quiero solo sino acompañado.
¿Ves desde acá ese tren mixto que rebosa crema chantilly? ¿No te comerías una porcioncita?
Ya vuelvo.
Listo. Ya lo trae el mozo nuevo, Pedrito. Recién me lo presentó el patrón. Porque nuestro amigo viajó a su provincia, creo que Salta.
Después de un postrecito así, si se viene el fin del mundo uno lo puede soportar mejor.
A propósito, ¿viste que el History Channel se copó con el tema? Mañana, tarde y noche caen meteoritos, se congelan los continentes, avanzan los océanos, erupcionan los volcanes. Seguro que las acciones del canal las compró un laboratorio que produce tranquilizantes.
Yo prefiero calmar mi ansiedad con ésto. ¡Mirá lo que nos trae el pibe! No sé si es lo que mandan los doctores pero a mí me ponen bárbaro este cafecito doble con crema y esta porción de tren mixto. Gracias, muchacho.
Volviendo al tema de las profecías, yo era chico y por la radio creo que era Narciso Ibáñez Menta protagonizaba Nostradamus. Mientras cenaba lo escuchaba y como el tema de comer para calmar la ansiedad me viene de antes, creo que engordé por culpa de él y de sus anuncios de que ya nos quedaban pocos días para que todo se terminara.
Ahora la onda es otra vez la misma. Porque los mayas de antes levantaron su presencia en el mercado, aunque de los mayas de ahora, principalmente guatemaltecos, nadie se ocupa mucho y siguen con sus penurias.
El 21 de Diciembre de 2012. No recuerdo a qué hora. Va a pasar algo, según los intérpretes actuales de los profetas centroamericanos. ¿Qué algo? No se sabe bien.
Mi amigo Ricky Rubio, cuando era chico, muy chico, había inventado una expresión maravillosa que usaba cuando se enojaba: "¡Ojalá venga un aclatismo que los aclate a todos!" Qué era un aclatismo nunca supimos, pero sonaba fuerte. Quizá era un profeta pequeño que nos anticipaba el aclatismo que se viene según el History Channel y asociados. No un aclatismo más o menos como ya vimos ocurrir muchos. El aclatismo final que provocará quién sabe qué desgracias terribles que ya comenzaron a ser esbozadas por películas y libros de excelente recaudación. No sé para qué quieren recaudar si se va a acabar el mundo.
Lo que se acabó rápida y lamentablemente fue el tren mixto. Vos tampoco lo perdonaste. Estaba bueno.
¿Otro? No, mejor no. Lo que abunda, daña, especialmente estos postres para golosos como nosotros.
El Armagedón, el Apocalipsis,... todos con "a" de "aclatismo". ¿Viste que Ricky tenía razón?
Por supuesto que un día va a pasar algo grave en el planeta, pero como dicen los que verdaderamente saben, no tendremos posibilidad de detección temprana ni de prevención. Pero todos los días pasan cosas que vemos como menores cuando no nos afectan personalmente: Chile, Haití, Turquía,... Preguntales a los que son víctimas de esas desgracias si no son como un anticipo del fin del mundo para ellos.
Pero están los pícaros que usan este tema para ver si facturan algo más. Ellos no lo creen realmente, aunque si los demás sí lo creen, ¡maravilloso!
¿Vos qué pensás? ¿Lo del archipiélago de Juan Fernández tiene que ver con los mayas? ¿Tan lejos de su casa? Parece que anduvieron por toda la costa del Pacífico. ¿No serán los incas, los huarpes, los mapuches y demás, descendientes de esos mayas? Habría que hacerles un estudio de ADN. Por ahí nos llevamos una sorpresa.
Bueno, no te podés quejar. Hoy no te hablé de nuestros políticos. Te hablé del fin del mundo, que no es tan grave como lo otro. Porque, diría Ricky, son pequeños aclatismos que transitan nuestras vidas cotidianas.
Me voy. Ya es tiempo de volver a casita. Veremos qué nueva forma de terminar el mundo nos muestra el History. ¿Nos ahogaremos como ratas? ¿Nos quemaremos como hojas secas? ¿Nos hundiremos en las profundidades del planeta? ¿Se terminará la ley de gravedad - derogada por la oposición o vetada por el oficialismo - y saldremos remontados por el espacio como cañitas voladoras? Veremos. Creo que está todo muy bien pensado para que nos aterremos por sucesos aleatorios y no nos ocupemos de las pequeñas calamidades cotidianas. Estamos otra vez en una especie de Edad Media. Faltan las hogueras para quienes nos atrevamos a negar que el fin de los tiempos está cercano.
Te dejé un vagón de cositas para pensar, ¿no? No me hagas caso.
¿Nos vemos mañana por aquí? Trataré de no faltar. Porque hasta el fin del mundo, con amigos, es menos fin del mundo.
Chau, chicos. Chau, amigo. Te quiero, ¿sabías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario