Esperá un minuto... ¡Alfredo! ¡Hola! ¡Dos cafés con crema!
Porque se llama Alfredo, ¿te acordabas? ¿Notaste qué diferente es la relación ahora que sabemos su nombre? Porque eso de "mozo" sonaba a nadie, a no importa quién es sino solamente lo que hace.
Pero Alfredo suena importante, lo identifica, lo desagrega de la manada.
Gracias, Alfredo. ¿Todo bien?
Es como cuando hablamos del pueblo, o de la gente. Borrosa imagen de un conjunto que está integrado por individuos como vos, como yo, como Alfredo. Llamarlo "pueblo" o "gente" es como masificarlo, indiferenciar sus elementos constitutivos. Porque ayudar a Juan o a María es ayudar a alguien. En cambio, hacer cosas por "el pueblo", hacer cosas por "la gente" es enunciar una propuesta utópica, es decir, sin un lugar concreto de aplicación.
En fin, digresiones de un nervioso.
"¡Daniel! ¿Estás nervioso?" - me diría algún tontolín que se cree ingenioso porque repite lo que escuchó en la tele. El único ingenioso es el que inventó el chascarrillo. Los demas solamente copian.
¿Por qué estoy nervioso? Es que después de mi reciente "muerte" o lo que fuera, será la primera vez que regrese (o vaya por primera vez) a visitar a mis hijas, a mis otros hijos, a mis nietos, a mis otros nietos, a mis amigos y conocidos.
Es que siento que los recuerdo de antes, y seguramente seguirán siendo en mucho iguales o parecidos a los que eran algún tiempo atrás. Pero ellos se van a encontrar con alguien diferente, porque mucho he cambiado después de la gran migración que sufrimos y gozamos cuando vinimos a la Patagonia. Porque mucho he cambiado después de mi experiencia real o aparente que me llevó a otro lugar que quizá era fuera de este mundo.
Es como una nueva presentación en sociedad, y eso me causa sensaciones extrañas. Como un estreno en el teatro, la presentación de un libro, el encendido de la luz roja de una cámara de televisión para hacer un programa "en vivo".
Porque la distancia hace que uno elabore imágenes nuevas sobre las cosas antiguas. Y el reencuentro con esas cosas suele ser algo decepcionante, no por culpa de ella sino por culpa de uno mismo que ha elaborado imágenes que deforman la realidad que subyace viviendo su propia vida.
Adoptaré una postura "naif", como la un bebé que llega a este mundo y se encuentra con cosas que jamás vio antes. Nada podrá decepcionarme si no espero nada. Y cualquier sonrisa, cualquier gesto, cualquier manifestación de afecto será bienvenida por mí como un regalo inesperado.
Así que, amigo, te pido que me acompañes en esta nueva experiencia que la vida me ofrece. Quiero, necesito, tu mano extendida para tomarme de ella y saber que estás ahí, y que seguirás estando cuando regrese al lugar que elegí para vivir y morir.
Mi amor estará conmigo, y también para ella será difícil. Espero que volvamos a casa pletóricos de experiencias profundas y felices. Tendremos mucho para contar si Dios decide que este retorno a la realidad de nuestra anterior vida dentro de esta vida, se concrete sin mayores daños físicos ni espirituales.
Y, en tanto, nos seguiremos encontrando en esta mesa de bar para compartir experiencias de vida, café de por medio.
¡Alfredo! ¿Nos cobrás?
¿Me permitís, amigo, que te abrace un poco más fuerte que otras veces? Alfredo, ¿te molestaría darme un abrazo?
Es que hoy no es un día común. Porque en pocas horas más sabré si estuve regresando o yendo por primera vez a reunirme con los seres que amo.
dgalatrog@hotmail.com
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