La razón que exige preguntarse por el significado del liberalismo en este contexto y sus desafíos es no solo la crisis de Occidente y sus democracias. También es fundamental tener en cuenta la lógica de la economía de mercado con sus avances, implicaciones y limitaciones de cara al siglo XXI, considerando como su bautizo de fuego el 11 de septiembre del 2001, cuyas consecuencias políticas son imposibles de ignorar, sumado todo lo anterior a la inocultable crisis ecológica que pone en riesgo la supervivencia misma de la especie, porque ser liberal es quizá abrazar la mas desafiante de las utopías: la que creyendo en las mejores potencias del ser humano, (que son tal vez el esfuerzo, la previsión y el ingenio), no cae en la ingenuidad de desconocer los peores aspectos del mismo. Ser liberal es defender también una concepción de la vida y el mundo que se quiere universal, pero sin el recurso a la violencia para imponerse, ya que confía en el poder de el lenguaje, la educación y el diálogo con otros.
¿Como ser liberal y que tareas asumir en ese contexto mencionado, mas allá de la etiqueta que defiende la tolerancia, las leyes consensuadas, la libre circulación de la información, la igualdad de oportunidades, el debido proceso, y que basa sus esperanzas en la educación laica, el ejercicio de la razón, el cumplimiento de la declaración universal de los derechos humanos de 1948, en los poderes de la ciencia y las facilidades de la técnica, en el uso de conductos regulares para dirimir los conflictos, insistiendo en la prevención, en la libertad de conciencia y la sacralidad de la celebración de elecciones transparentes, en la voluntad y el buen juicio de la mayorías, pero en el respeto, (y en caso tal la defensa) de las minorías políticas , étnicas, religiosas y sexuales; que confía enel monopolio de las armas por parte del estado y el uso proporcional de la fuerza, en la división de poderes y sus controles y en el camino de las reformas para transformar la sociedad y evitar que el libre mercado devenga en totalitarísmo de mercado, o que el mas fuerte acabe con el mas débil como ocurre en el neoliberalismo?
La ambiguedad de lo humano ha sido caracterizada por lo religioso como bien y mal, (occidente es judeo-cristiano)l. La filosofía la ha hallado como la manifestación de una instintiva voluntad de poder, (en la línea de Nietzsche y Foucault).Para el liberalismo político sería una expresión de motivaciones y fines, de intereses y propósitos guiados por distintas racionalidades, (Habermas Y Rawls son los exponentes). La psicología ha considerado los casos extremos de los actos humanos, ya que negar las pasiones, (excesos), sería negar la condición humana, pero los liberales confiamos en su desarrollo moderado, cualquiera que sean, intentando que nuestro derecho llegue hasta donde empieza el de el otro
Ahí estaría la clave. El anhelo es el cumplimiento de los sueños de todos y cada uno de los individuos. La política sería el arte de gestionarlos, y el método, una pedagogía sobre los derechos y los deberes en el marco de la generación de oportunidades de bienestar, pero la realidad es terca, ruda y maleable. La globalización es aun un enigma. Una caja de Pandora. Se ha quedado en la integración de mercados y comunicaciones. Son logros, y no pocos, pero insuficientes y quizá ineficaces, pero liberales y base de la profundización de la democracia en el mundo que siguió a las experiencias totalitarias del siglo XX. Octavio Paz dice que el comunísmo, (y el nazismo) fracasó, pero que las causa que le dieron orígen estaban vivas.
Se habla desde Francis Fukuyama y con la caída del muro de Berlín, del fin de la historia y la victoria de las democracias liberales como modelos. Habría motivos para celebrar, pero el 11-S y el creciente fanatismo religioso demostraron un evidente malestar y los desafíos que tenía occidente. Huntington habla incluso de choque de civilizaciones. No parece un buen momento para ser liberal, bastaría con parecerlo. En este texto hay tal vez mas preguntas que respuestas sobre la cuestión. Yo reafirmo mi fe en el liberalismo, pero me gustaría fortalecerla porque de cara a un sano escepticismo, y con la convicción de difundirlo no sin entenderlo, me gustaría escuchar otros aspectos. Bienvenida la duda y el debate. Estan cordialmente invitados de todas las corrientes. José: tu dirás si falta, o debamos suprimir algo de este modesto manifiesto, inspirado en Locke, Hoobes, Stuart mill, Voltaire, Hume,Descartes, Russell, Rousseau, y tantos otros sin recordar. En lo inmediato, y para ilustrar, baste citar a Obama y Vargas LLosa.
Gracias Guerrera por este espacio
Alex
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