"Señor dame fuerza para cambiar el mundo".
A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir:
"Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho".
Ahora que soy viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración, ahora, es la siguiente:
"Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo".
Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida».
Bayazid Bistami
......Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad, casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo
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