Y la elección no me decepcionó. Si el sello por excelencia de los inteligentes -y los judíos lo son- es reirse, sobre todo de si mismos, Roht es el representante del genio judío por excelencia. No solo se rie de su característica nariz, sino de su mezcla de puritanismo, tacañez, devoción, hipocrecía, estigmatización y aislamiento. En una palabra, practica la "autodeprecación". Con razón Henry Miller escribió en alguna parte que nadie odia mas a los judíos que ellos mismos. Tienen sus motivos. Pero en el libro de Roth nadie se salva: los polacos son insensibles, los irlandeses violentos y los negros iletrados, pero quienes salen peor librados son los propios padres del narrador: ella una mujer obsesiva, dominante y meticulosa hasta en la taza del baño, y él un pusilánime, sobreprotector, laborioso, (y estreñido), hombre de hogar. Los une el sentido de culpabilidad. Y el hijo, quien en un rapto de lucidez y rebeldía se declara cansado nda mas ni nada menos que de aquello que los cohesiona, les otorga sentido y define su identidad: como individuos, familia y ante la sociedad: la religión judía.
Al lado de la vocación sufriente de Alexander Portnoy, el protagonista de esta deliciosa novela, está su obsesión sexual, razón por la cual, y ante el insoluble conflicto que esto le genera, le está contanto su vida al psicoanalista para mostrar como desde la infancia, (tiene 32 años), ha sido perseguido por el temor a transgredir la ley y desatar la furia de un dios incomprensible. Su narración está colmada de ejemplos sobre situaciones que tienen que ver con la alimentación, la forma de vestir, su relación con los no judíos y con las mujeres que ha conocido sin abandonar sus soltería, poniendo en grave peligro la continuidad de su apellido en el exilio febril y apacible, pero lleno de precauciones en la norteamérica posterior a la segunda guerra.
Leyendo EL LAMENTO DE PORTNOY uno se acerca al mundo judío es cierto, a su núcleo básico la familia y concluye en un sentido mas general que particular a traves de esta hilarante, detallada, efusiva y deprimente pero extraordinaria novela, versión de una vida elegida para sufrir en una tradición gloriosa que alcanza los dos mil años y que no encuentra paz ni amor ni siquiera entre los suyos cuando vuelve, (de vacaciones), a la tierra prometida, concluye digo, que tenía razón aquel que dijo que la mitad de la vida la arruinan los padres. Y la otra mitad los hijos, dirían los padres de Alexander Portnoy si asistieran con él a la psicoterapia para dar su versión de los hechos.
Viajando por Nuestro Mundo
http://olgaydaniel.blogspot.com/
( Index)
Blogs recomendados:
http://ferialibrodelmundo.blogspot.com/
/ http://cienalmas.blogspot.com/
/ http://ajedrezyborges.blogspot.com/
/ http://yobioycasares.blogspot.com/
/ http://eltuneldelosrecuerdos.blogspot.com/
http://antiguoyvalioso.blogspot.com/
http://esquelintimo.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario