Bohemia: Pertenencia. de : Olga Santa Tehalekian

No pude detectar, nada, es intrínseco ésto tan asombroso y abstracto.
Soy extranjera en mi tierra, mi casa, mi ciudad.
La imparcialidad de mis expectativas no mitigan el desvío.
En tanto que si puedo contarles mi origen, ¡ es etérico!
Casi excentríco. El principio inusitado de la costumbre, con las distancias.
Y los confines de la austeridad me alcanzan todavía.
Quise restituirme sin mixtificarme y no he podido.
Las herramientas que tengo a mi alcance soy yo misma.
Y me puse a pensar que puedo trabajar: quitándome la venda de los ojos.
Me doy cuenta que todo es exiguo y soy insaciable, y me gusta...
Siento que no pertenecer es un desánimo, casi una humillación.
Donde el cuerpo queda abatido, consternado y dolido.
Y le dedique tiempo a la destreza , para salir de la incapacidad propia.
De sentirme captutada casi, presa, de una cárcel con puertas y ventanas.
Hasta que pude comprender que mi cerebro ésta cautivo de las circunstancias.
Que me acucian sin pudores ni prejucios.
Pero sabiendo que tremenda anomalía iba a concluir en tiempos fácticos.
Mucho más reales...y tome la decisión de pisar tierra firme.
Y dejar de volar tanto, y ser moradora de mi propio cuerpo y alma.
Mientras tanto mi conciencia dice: exprésate porque el silencio invita;
A olvidarlo todo...Y no es la mejor condición enmudecer a drede.
Eres resistente para proyectarte y es casi un manifiesto.
No es la prudencia tu mayor virtud, si lo sabes, eres afable.
Y discreta, pero basta, asi está más que bien, y lo sabes!
Para efectivizar ésta conducta debí hacerme de gran coraje.
(Pues no lo tenía), y me dispuse a la faena; ¡ vaya tarea!...
Fúe como una suerte de plusvalía, que adquirió mi mente.
Y con obstinación te busque para amarte y adorarte.
Sin titubeos y ninguna torpeza, saque perspicacia de la galera!
Y me di a la obra: ahí estabas tú, detenido como siempre, pero atento!
En aquella esquina, la nuestra, tan diferente cuando no te paras ahí...
en esperas por mi; ¡ y te ví! tomamos nuetras manos con toda energía...
las entrelazamos y desaparecieron todos... cúanto habia esperado este momento!
Te dije amor, literalmente, sin cesar como correspondía...!ah! como te ame...
Con la osadía de una principiante tu piel con la mia se hizo una!
Con toda la energía del planeta que giraba si cesar un instante...,
Tu piel con mi piel se hizo una sola, y giramos como trompos;
tembo la tierra! y cuando todo era un mar de sabias derramadas.
Desperté soñe que te pertenecía varón, sin nombre ni espaldas.
Mi tiempo se convirtió en la perplejidad lógica de lo intangible.
Ni referente mio, ya volvi, del bello sueño.

Me pertences tu, ¿y yo que?

Olga