¡SOY BOHEMIA ! ¿Y QUÉ?

Siempre me preguntan ¿que es ser Bohemio? les respondo : El Bohemio vive por vivir , se llena de angustia sin tener por qué, pero está alegre cuando otros no están.

El Bohemio vive su vida incansable de ideas ,algunas creativas y otras filosóficas, todas para hacer de su vida un paraíso. El Bohemio no teme, solo porque él vive su vida como quiere, ahora sin causarles daños a sus semejantes. Vive la vida con principios y hasta con responsibilidad pero hace lo que quiere cuando quiere. En la música encuentra pinturas, en las poesías encuentra música, y en las pinturas encuentra versos ...es así mientras que se bebe su copa y sin faltar un café en un bar escondido adonde solo se lee por la media luz y la atmósfera del tabaco. La noche es su tarima....ahi baila, canta, bebe, conversa y admira a otros como él. Se proclama el duende de la noche. Ve el mundo con otros ojos ...él ve colores en el cielo nublado, ve la melancolía en una rosa brillante en su esplendor.

Gracias a todos que entienden estas breves letras. ¡SÍIIIIIII!!!! ¡Soy una Bohemia !!! ¿y Qué?

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la Feria de Frankfurt y un cuento de Borges

Su diseño estará a cargo del equipo presidido por el arquitecto Atilio Pentimalli, que fue el ganador del Concurso Nacional de Anteproyectos. El anuncio se realizó en un acto realizado en el Palacio San Martín.

"Trabajamos en base a la Biblioteca de Babel de Borges, que habla de unas salas hexagonales que se proyectan al infinito, trabajamos sobre esa base para mostrar todo el infinito que tiene la cultura argentina en estos pocos años de vida", sintetizó Pentimalli, en diálogo con Télam, minutos después de conocerse el veredicto del jurado.

La presidenta del Comité Organizador de la Participación Argentina en la Feria del Libro de Frankfurt (COFRA), Magdalena Faillace, estuvo acompañada en el estrado por el presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, Daniel Silberfaden, y los miembros del jurado (integrado por los arquitectos María Teresa Egozcué, Ricardo Blanco, Alberto Bellucci, Roberto Frangolla y Jorge Hampton).

"Tengo la alegría de poder anunciar los resultados de un concurso, cuyos contenidos comenzaron a pensarse desde el primer momento de la conformación de COFRA", dijo Faillace y reiteró los ítems principales que debe contemplar el pabellón argentino el año próximo.

El pabellón con una superficie de 2.500 metros cuadrados, "en el año del Bicentenario debe ser una puesta en valor del país, mostrar una revisión de nuestro pasado y hacer un replanteo de lo que somos y lo que queremos ser", desgranó la embajadora e hizo hincapié en la necesidad de mostrar "nuestro mejor yo" en una arquitectura efímera.

"Los ejes que deben marcar nuestra presencia como país son: la diversidad cultural, el federalismo, los monumentos históricos, nuestra literatura, un espacio reservado para los escritores desaparecidos durante la dictadura militar, los libros prohibidos, nuestros paisajes naturales y un sector destinado a la Ciencia y la Tecnología", recordó.

De inmediato, un escribano del gobierno nacional abrió los sobres y se dieron a conocer primero el nombre de las menciones honoríficas para, por último, llamar a los tres finalistas y develar quién se hará cargo del proyecto del pabellón argentino.

El equipo ganador de Atilio Pentimalli está integrado por Ana Laura Arlia, Mariana Pons y Matías Lien Benítez.

El jurado destacó el volumen del proyecto ganador que "se define a partir de una sucesión de planos verticales de tela semitransparentes (velos suspendidos de la estructura).(...) Estas telas portarán imágenes y frases de los máximos exponentes de nuestra historia como Nación".

"Los planos de velos -telas- que se van carcomiendo los hexágonos lo que hacen es mostrar y no mostrar el interior del pabellón. Juegan con la sensualidad de descubrir cada uno su camino que es un poco lo que creo que nos pasa a todos. No funcionamos como una sociedad monolítica, lo hacemos a partir de individualidades que encuentran un camino y se encuentran en un lugar", explicó Pentimalli a Télam.

"Los íconos -dijo refiriéndose a distintas imágenes que se observan en la maqueta como el Che Guevara o Julio Cortázar- se fueron poniendo solos. Encontramos una foto de Mercedes Sosa y la pusimos. Está una imagen del Perito Moreno que fue a consecuencia del trabajo: nos dimos cuenta que la parte de un hexágono coincidía con la forma del glaciar".

Y agregó: "también el Auditorio se asemeja a las Quebradas de las Conchas en Jujuy y, en general, los hexágonos se parecen a esta provincia y también a Salta. Descubrimos que el pabellón contenía todo eso -no sólo el cuento de Borges- sin que nos diéramos cuenta".

El último 18 de octubre, en el cierre de la Feria del Libro de Frankfurt 2009 (acontecimiento editorial más importante del mundo), el país invitado de honor de este año -China- hizo el traspaso de ese alto reconocimiento a la Argentina.

21-12-2009

Fuente: Télam

Lorca, entre la verdad y la fantasía



El horror de la posguerra silenció o distorsionó muchas de las declaraciones de los testigos sobre las circunstancias del asesinato del poeta en agosto de 1936.
 
Federico García Lorca no está enterrado donde se suponía, en Alfacar. El chasco ha sido inmenso para muchos lorquistas pero, en cierto modo, era previsible. Buscar un mito entraña muchos riesgos. Es más, es una indagación viciada de antemano pues los hechos históricos siempre acaban contaminados por la imaginación, el fervor, la mentira o el miedo. Eso no quiere decir que los acontecimientos sustantivos que se narran sean inciertos pero sí los detalles, los elementos concretos y fragmentarios que al final son lo que perfilan ciertos rasgos sentimentales. El caso de la muerte de Federico García Lorca es paradigmático. Durante años se creyó que el poeta y varios compañeros de ejecución fueron enterrados en una parcela de 200 metros cuadrados situada en Alfacar, más en concreto entre dos olivos cerca de Fuente Grande, a un kilómetro y medio de las fosas (éstas sí auténticas) de Víznar donde fueron enterradas miles de víctimas de la represión franquista.

Pero allí, en el subsuelo de esa parcela llena de viejos olivos, donde han peregrinado tantos seguidores del poeta, y donde se celebra cada 19 de agosto una especie de funeral civil en el que han participado a lo largo de los años Rafael Alberti, Francisco Rabal, Gabriel Celaya, Lola Gaos y tantos otros personajes, no está Lorca, No sólo no está Lorca sino que no se produjo ningún enterramiento. El prolijo informe de los geólogos de la Universidad de Granada alude incluso a la aparición de latas de conserva recientes pero nada más, salvo una gran roca. Ni un hueso ni una esquirla.

El informe es demoledor. Demoledor para los investigadores que han mantenido a lo largo de los años que el poeta estaba allí enterrado y que han exigido, al hilo de la reciente polémica con la familia de Lorca, reacia a la búsqueda, que se emprendiera cuanto antes la excavación y se llegara al final: Por si alguien ocultaba algún secreto inconfesable.

Los resultados ahora conocidos no avalan las hipótesis del enterramiento, pero eso no significa que García Lorca no fuese detenido en la casa de la familia del poeta Luis Rosales en agosto de 1936, que fuera llevado al Gobierno Civil y luego trasladado a una antigua colonia de verano en Víznar donde los condenados a muerte pasaban las últimas horas antes de la ejecución. Tampoco invalida la hipótesis del fusilamiento ni, a grandes rasgos, la reconstrucción de las últimas horas del poeta. Sólo prueba que García Lorca no fue enterrado donde suponían los investigadores y donde se alzó en los años ochenta un parque y un monolito en memoria de todas las víctimas de la Guerra Civil.

En el caso de los mitos, hemos dicho, la verdad y la invención se superponen. ¿Por qué razón? En el caso de Lorca por miedo. El enorme muro de silencio y la feroz represión que hubo en Granada tras el golpe militar de Franco impusieron un cerrojo de intimidación y terror que trataron de romper, desde 1948 en adelante, una serie de hispanistas que llegaron a Granada a romper el secreto que encerraba el barranco de Víznar y sus alrededores. Claude Couffon, Gerald Brenan, Marcelle Auclair, Agustín Penón e Ian Gisbon son los más reconocidos, aunque hubo otros que trataron de abrir la espesa tapia de silencio de la Granada de la posguerra. Todos ellos tuvieron incontables dificultades no sólo para dar con los testigos sino para separar el relato cierto del desfigurado por la cautela o el miedo.

En plena dictadura era imposible aplicar un método científico a una investigación que se hacía a hurtadillas, emborrachando con aguardiente barato a los falangistas para sacarles la verdad o rastreando la historia de personas vivas pero atemorizadas por la represión. Sólo el hecho de iniciar una indagación en esas circunstancias era una heroicidad. Antonio Ramos Espejo reproduce en su libro García Lorca en Fuente Vaqueros describe un encuentro con Claude Couffon en el que el investigador repite, años después, su teoría de que el poeta fue asesinado y enterrado en las fosas de Víznar, no en Alfacar. "Está en las zanjas del barranco, lo fusilaron allí", dice Couffon. "¿Cómo lo sabe?", replica el periodista. "¿Cómo se saben las cosas? Se saben, simplemente". Y acaba Ramos Espejo: "Y se niega a decir nada más al respecto".

Las cosas se saben, simplemente. Ese conocimiento casi fortuito, fruto de la confidencia, está detrás de muchos de los detalles que contienen las investigaciones sobre la muerte de Lorca. Sólo las más recientes, las emprendidas por Penón a finales de los cincuenta, las de Gibson en los sesenta y la del falangista Eduardo Molina Fajardo, publicada en los setenta, lograron sacar a la luz pruebas documentales y testificales más sólidas. Ahora los testigos directos han muerto. Sin embargo, en los libros de todos ellos abundan las hipótesis, las contradicciones, las verdades improbables que, sumadas, prefiguran una historia o leyenda común con huecos y debilidades. Yo he tenido la oportunidad de pasear varias veces con Gibson por Granada y comprobar cómo, en el espacio de unos cientos de metros, lo han asaeteado con indicios y hallazgos de todos los calibres, y me he preguntado con qué paciencia e intuición ha sido capaz en el transcurso de los años de separar los datos ciertos de los inventados, los indudables de las conjeturas.

Lorca no está allí, dice el informe, pero la conclusión de los geólogos de Granada, pese a desmentir la presencia de Lorca en el perímetro investigado, es muy valiosa. Primero porque deshace las hipótesis equivocadas que se han dado por ciertas y desmiente las versiones de ciertos testigos; segundo, porque también refuta suposiciones mucho más fantásticas, como la que postulaba que el cadáver fue desenterrado por orden de Franco y entregado a la familia del poeta que lo habría escondido en algún sitio ignoto, desde la Huerta de San Vicente a Nueva York, a donde huyeron exiliados. Y tercero, y más importante, porque demuestra que la valía literaria de un grandísimo poeta y dramaturgo, su trágica muerte, su dignidad vital, su compromiso con los más pobres, su memoria, no están sujetos al cumplimiento de ciertas conjeturas mitómanas.

Como ha mantenido la familia no era necesario buscar a Lorca porque el poeta está aquí, a nuestro lado, presente con sus poemas, sus dramas, sus canciones, sus dibujos y, en fin, con el abrumador testimonio de un enorme e incansable creador desaparecido a los 38 años.

No deja de ser una inmensa lección (una inmensa y paradójica lección) que unos pocos meses después de que los investigadores hayan concluido que Lorca no está enterrado en el parque de Alfacar, Granada, su ciudad natal, vaya a recuperarlo con la apertura de un ejemplar centro cultural donde, además de divulgar su obra, se guardará el valiosísimo archivo familiar. Nunca Lorca estará tan cerca en Granada como en 2010.

Por Alejandro V. García
20-12-2009
Fuente: Diario de Sevilla
Recibido de escribirte.com.ar

Jorge Manrique - COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE -


Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,

cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,

si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.

No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;

allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

Jorge Manrique

CUENTOS EN ESPAÑOL CON TEMÁTICA BEATLE


ACABA DE SALIR EN ESPAÑA 22 ESCARABAJOS, EL LIBRO QUE RECOGE, ENTRE OTROS, ESCRITOS DE LOS ARGENTINOS LEOPOLDO MARECHAL, RODRIGO FRESÁN, MARCELO FIGUERAS Y ANDRÉS NEUMAN.

En 1968 Leopoldo Marechal publicó el cuento “El beatle final”, en el que unos ingenieros se proponían fabricar una especie de robot-poeta a partir de la figura de Ringo Starr (el mismo Ringo que, curiosamente, Samuel Delany hace aparecer en su novela de ciencia-ficción La instersección de Einstein). Cuatro décadas más tarde, el escritor español Mario Cuenca Sandoval acaba de lanzar 22 escarabajos, autodenominada primera “antología hispánica del cuento beatle”, tomando como piedra fundamental aquel relato del argentino y sumándole no sólo otros posteriores (desde “Las notas vicarias” de Hipólito G. Navarro, hasta “Come Together” de Rodrigo Fresán o “Rock in the Andes”, de Fernando Iwasaki) sino, ante todo, una docena de textos inéditos firmados por Marcelo Figueras, Andrés Neuman, Care Santos o Iban Zaldua.

“Los mitos son realidades que prometen adaptarse, siempre, al porvenir”, dice Cuenca Sandoval es una jugosa introducción que excede la explicación del proyecto (no “una literatura beatle” como supuesto género, sino la inserción de esa música en el “patrimonio sentimental” de los autores), para internarse en un análisis tan profundo como apasionado: los Beatles “definieron una forma de escribir canciones y, año tras año, la subvirtieron”; los Beatles contribuyeron a la ruptura de toda distinción entre “alta y baja cultura” y convirtieron lo que parecía moda pasajera en algo “que ha provocado que, cuanto más nos alejamos de ellos en el tiempo, más grandes nos parezcan”.

En su papel de antólogo, Cuenca organiza el libro en tres grandes secciones. La primera, “Yesterday”, se centra en la evocación melancólica e incluye relatos como “Café anacrónico”, del ecuatoriano Miguel Antonio Chávez, o “33 ladrillos traídos de Liverpool” del guatemalteco Maurice Echeverría, donde “un cuarentón amante de los Beatles” es interceptado por unos “indígenas-raperos” y acaba profiriendo: “El reguetón no es más que el fracaso de la civilización tal y como la conocemos: como matar a Lennon otra vez”.

En la segunda parte, “Beatles posmodernos”, la aproximación al universo pop ya no se realiza desde la experiencia sentimental, explica Cuenca, sino que constituye un espacio narrativo, “un cosmos con sus propias coordenadas”. Es el caso del cuento “Back to the Egg”, del peruano Leonardo Aguirre, hecho mitad en inglés y mitad en castellano a partir de frases, versos, títulos y axiomas beatlescos (“I’m sorry, uncle Albert, por la parrafada long and winding”) y del relato de la española Pilar Adón que tiene como personaje a Prudence Farrow, la hermana de Mia Farrow que inspirara la canción “Dear Prudence”; pero también es el caso de “Degeneración JL”, del español Roberto Valencia, que multiplica un sinnúmero de Lennons en el mundo como consecuencia de “los grupos de versiones, los émulos y los supuestos discípulos, los fanáticos y los atormentados” y, más aún, del delirante manifiesto “revolucionario” pergeñado por el mexicano Xavier Velasco (“Un fantasma recorre el fin del mundo: el marxismo-lennonismo”) en el que se acusa a los “maccartenistas” de “vivir en el ayer”.

El libro cierra con la sección “Yo soy la morsa”, cuya estrategia dominante es el “relato apócrifo”, es decir: datos de la biografía beatle en circunstancias imaginarias. El procedimiento, como bien dice Cuenca, tiene algo de las “leyendas urbanas” que Alan Clayson y Spencer Leigh recogieron en su libro Ringo era la morsa (101 mitos falsos sobre los Beatles), pero también remite a un audaz ejercicio hipotético que circula en estos días en la página web Christopherbird (www.io9.com): una graciosa ucronía según la cual los Beatles siguieron tocando juntos (a imagen de los Stones) hasta la muerte de George Harrison.

Este segmento final incluye uno de los mejores cuentos del libro: “Los Beatles”, del cubano Eduardo del Llano, donde se muestra a los cuatro músicos dispuestos a componer una canción en torno a otro personaje tan imaginario como Eleanor Rigby, lady Madonna, Michelle o el sargento Pepper. Metódicamente, John hace girar un globo terráqueo y el dedo enjoyado de Ringo termina apuntando a Cuba. El personaje inventado por los Beatles será un tal Eduardo del Llano, nacido en 1962 (“el año en que empezamos a ser famosos”, acota Lennon) y de profesión escritor, no músico ya que “no puede tocar rock’n roll porque el gobierno prohíbe esos ritmos subversivos”.

El 2010 promete abundantes efemérides y tributos beatles. Se cumplirán treinta años de la muerte de Lennon y cuarenta de la separación de la banda; se anuncia una versión en 3D de “Submarino amarillo” y, tal vez, una película con la vida de Brian Epstein, su famoso manager. La antología 22 escarabajos (cuya salida ha coincidido con la traducción de la novela Beatles del novelista noruego Lars Saabye Christensen, quien usa al grupo como leitmotiv para contar los años sesenta) plantea un homenaje diferente, alejado de toda hagiografía pero no desprovisto por ello de emoción y compromiso.

Alguna vez Gabriel García Márquez dijo que “la única nostalgia común que uno tiene con sus hijos son las canciones de los Beatles”. Cuenca Sandoval recoge esta frase para añadir que “la nostalgia de sus canciones es anterior a la disolución de la banda (…), algo que se encuentra más allá de la nostalgia por una época que la mayoría de los autores de esta antología ni siquiera conocieron”.

Por Eduardo Berti
Fuente: Crítica
Más información: http://www.criticadigital.com/
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INSPIRATION FEST


EL FESTIVAL DE CREATIVIDAD Y CULTURA DIGITAL MÁS ECLÉCTICO DE BUENOS AIRES


Es sábado y la tarde comienza a colarse en el día. Afuera llueve y, en la vereda de enfrente, el albergue transitorio se llena en silencio. Pero acá, en las salas de la Ciudad Cultural Konex, las cosas son mucho más explosivas. Hace tiempo –para algunos, fue en otra era geológica– la gripe A dejó de ser considerada el enemigo público N° 1 y aun así los presentes respiran virus mentalmente fuertes. Se exponen porque quieren: de hecho, vienen a ser contagiados, a abrir los ojos y la boca y llenarse de asombro, a ser tocados por virus-ideas de todo tipo, clase y color.

Así es la primera edición del Inspiration Fest Buenos Aires, un evento –atípico y estimulante– organizado por la división contenidos de la revista 90+10. Por los carteles y el nombre de esta propuesta, cualquier paseante desprevenido que camina por la calle Sarmiento podría llegar a pensar que se trata de una reunión de autoayuda o de motivación (de esas a los que asiste Jim Carrey en la película Yes Man). Pero estaría equivocado: el Inspiration Fest consiste, más bien, en un festival de cultura digital, aquel no tan nuevo escenario que se abrió cuando a muchos –bueno, a no tantos– se les prendió la lamparita y comenzaron a advertir que las tecnologías no tenían por qué tener exclusivamente un uso, un “servir para”. También podían ser el trampolín, el medio y el fin –todo en uno– para expresar algo, lo que sea, una inquietud, una opinión, una mirada sobre el mundo.

En el métier de la cultura digital se sabe: las tecnologías no sólo tienen una pragmática y una retórica, sino sobre todo una poética.

EL ESTILO DE LA CURIOSIDAD. Y acá todos quieren escucharla, saber qué hay de nuevo, qué hay de impactante, qué les puede hacer detonar la cabeza (metafóricamente, claro): están los asistentes arty, diseñadores con remeras expresivas, los (y las) de pantalón chupín, los morrales que cuelgan y se bambolean de los hombros, los iPod que se desenfundan, se acarician y se vuelven a guardar, los extraños peinados nuevos y demás señales de aquello que muchos llaman “gusto” o “estilo”.

Pero lo más interesante no está en el público en sí –si bien una mirada antropológica de las audiencias y las subculturas siempre resulta atractiva–, sino en lo que el público mismo viene a ver, escuchar, deleitar: figuras influyentes, personas que marcan tendencia en el inframundo del diseño, la ilustración, la fotografía, los videojuegos, la animación, la música de vanguardia y la tecnología aplicada al mundo creativo.

“Creíamos que faltaba un lugar que reuniera a gente de distintas profesiones creativas de manera multidisciplinaria –cuenta Gonzalo Fargas, editor de la revista 90+10, mientras corre de acá para allá procurando que todo salga perfecto, que los conferencistas no se pierdan en los laberintos oscuros del Abasto–. Nos pareció una buena idea organizar un encuentro generador del cruce entre estas disciplinas, junto con un contenido que abra la mente, motive e inspire”.

Por ejemplo, el diseñador colombiano Luis Angarita (http://www.domesticmonsters.com/), que dijo presente no en cuerpo sino en alma, en esencia multimediática: vía videoconferencia desde Canadá cuenta qué es eso de su manifiesto sobre el fin del diseño, por qué estamos embobados por todo lo que huela a tecno. “Estamos enamorados de la tecnología –dice y piensa una voz lejana, la de Angarita, desde un cuerpo ausente, vía un sistema similar al de Skype–. Hoy constituye un trauma salir a la calle sin celular, aquel microondas que llevamos pegado a nuestros cuerpos. Estamos llenos de cosas que no necesitamos y dependemos de artefactos. No puede ser que cuando se corta la luz se apague también nuestra creatividad. ¿Me escuchan? ¿Aló?”.

Y se corta.

Hasta que Angarita se reconecta, redondea, saluda y se despide para cederle su lugar también virtual al estadounidense Jeben Berg, director creativo de Cross Platforms Solutions para YouTube y Google, cuya voz está acá, en la sala A de la planta alta del Konex, mientras que su cuerpo se quedó atascado en San Francisco. “Me gusta pensar a YouTube no como un portal de videos, sino como una plataforma para contar historias, para transmitir experiencias emocionales –explica–. Los contenidos se vuelven historias que golpean al corazón, fenómenos que alimentan el boca a boca. Por ejemplo, miren lo que pasó con Susan Boyle. Es la historia del patito feo. Ese video estableció una conexión emocional con los espectadores”.

SÁBADO DE INSPIRACIÓN. Fiel a su misión de ser un encuentro multidisciplinario, en el Inspiration Fest hay tanto para ver (y aprender) que uno no tiene el tiempo ni el cuerpo para verlo todo. De ahí que los visitantes armen, cronograma de actividades en mano, su propio “recorrido de lectura”.

Unos perfilan para los workshops de la planta baja como el Collage Lab/Graffiti (http://www.collagelab.com.ar/). Otros, en cambio, prefieren pasar la tarde cómodos, secos y sentados, cazando cada idea en charlas eclécticas y sorprendentes como la de Tony Michiels, diseñador y curador artístico asociado al Joris Laarman Studio (http://www.jorislaarman.com/), quien reveló los cómo y los porqué de los trabajos de su laboratorio de investigación –tostadoras reinventadas, radiadores barrocos y antimodernista, su silla con forma de hueso– como ejemplo de la evolución cultural.

Pasan las horas y le llegó el turno a Guillaume Vallée para demostrar por qué a su estudio (http://www.jvallee.com/) se lo considera uno de los más innovadores en el campo del diseño gráfico canadiense con sus animaciones stop motion con papel. “Creemos que no todo se puede ni se debe hacer con computadoras en esta época –dice, se ríe, revela–. Experimentamos mucho combinando el arte digital con el arte manual”.

PASTILLAS DIGITALES. Las horas pasan y, lejos de cansarse, los presenten quieren más. Presos de una gula inspirativa, escuchan las palabras y consejos de Lichtfaktor (http://www.lichtfaktor.eu/), un grupo alemán que sorprende con sus trabajos de light painting (o pintura lumínica). “La pintura con luz no es del todo nueva –remarcan–. Picasso ya experimentó con ella. Lo bueno es que es algo que cualquiera puede hacer. Lo único que se necesita es una cámara y los LED. El truco está en el tiempo de exposición. Sólo hace falta tiempo y paciencia”.

Pero a no todos les va tanta luz y deciden saber quién es el japonés Dice Tsutsumi (ilustrador de Pixar, http://www.simplestroke.com/); qué tiene que decir el alemán Julius Weidemann, editor de Taschen, sobre el futuro del libro. O qué es un Dorkbot –un encuentro informal sobre arte electrónico–, qué tan buenas son los documentales Objectified (sobre diseño industrial), Good Copy Bad Copy (sobre la propiedad intelectual, la creatividad y la cultura) y Visual Acoustics (un film sobre arquitectura icónica del modernismo y fotografía) o el proyecto Design Politics de Chile.

Hasta que alguien descubre la sala donde Iván Ivanoff cuenta qué es Estado Lateral Media Lab y reflexiona: “Somos una nueva generación de seres humanos. Somos Homo laptus, gente con laptops. La mitad de nuestras vidas en estas máquinas. Como los laboratorios farmacéuticos fabrican pastillitas nosotros fabricamos nuevos medios. Diseñamos pastillitas de colores pero digitales. Investigamos nuevas posibilidades mediáticas. Todos los chiches modernos, del iPod a las laptops, nacieron de media labs, ámbitos donde se funden las ciencias, el arte y la técnica”.

Obnubilados por tanta innovación, la última parada tampoco da respiro: dos match de Cut&Paste, una contienda casi boxística –y por primera vez realizada en América Latina– en la que ocho participantes deben crear, en dos tandas de sólo 20 minutos, figuras en 2D y 3D de la nada en programas como AutoCad.

Unos transpiran, otros hacen que no escuchan la música electrónica que acelera el pulso. Pero todos disfrutan lo mismo: diseño en vivo y en directo, ideas en movimiento, combustible neuronal.

Por Federico Kukso
Fuente: Crítica
Más información. http://www.criticadigital.com/
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Borges por Adolfo Bioy Casares

"Borges" por Adolfo Bioy Casares, diario de las conversaciones entre la entrañable pareja a lo largo de toda la vida desde su encuentro a finales de 1932. La falsa viuda Borges criticó el libro con confidencias del autor a su entrañable compañero de toda la vida, Adolfo Bioy Casares, porque el volumen revela que el autor de El Aleph temía causarle enojos y se quejaba del carácter "extraño" de la señorita que hoy posee los derechos exclusivos de la millonaria explotación comercial de su obra: ...La afirmación aparece en el libro Borges (Destino), recientemente publicado por el albacea literario de Bioy Casares, Daniel Martino, que recoge los diarios de Bioy sobre su relación con Borges y ofrece la crónica de una amistad legendaria que ambos escritores cultivaron durante décadas... En el libro "Borges"

Fanny Ronnan expone en Esquel - Argentina



Una muestra de la artista plástica Fanny Ronnan, procedente de la localidad de Sarmiento, se inaugurará este jueves 17, a las 20, en el Centro Cultural Melipal.


La muestra, denominada "Mixturada", es una selección de obras compuesta por pinturas y pequeños formatos de grabados que recorre momentos del año 2001 hasta la obra reciente de la artista. Una producción de distintos hechos temáticos, desde ideologías propias, subjetividades formadas desde mis vivencias, lo regional etc.

En Mixturada, Ronnan emplea diferentes presentaciones, procedimientos técnicos, medios, como la pintura, el grabado, el dibujo, el ensamble, el collage, soportes: papeles, lienzo, madera variaciones con materiales no convencionales, que han ido ampliando las posibilidades y cualidades expresivas, destacándose las mejores expresiones en la técnica mixta, según confiesa su propia autora, que además manifiesta su predilección "por la utilización del óleo, fusionado con otros materiales que involucren texturas en la composición de las pinturas y enriquezcan la sensación de las mismas".

Nacida en la ciudad de Comodoro Rivadavia en 1982, Ronnan reside actualmente en Sarmiento, donde se desempeña como maestra de plástica. Ha presentado muestras individuales y colectivas, en Salones de Proyección Patagónica, en los cuales ha obtenido premios, además ha sido seleccionada, en salones nacionales, tales como Palacio de las Artes, Atelier Pérez Belffer, en Entre Ríos, también ha participado en Ferias de arte internacional como la de Art Ireland en Dublin.