¡SOY BOHEMIA ! ¿Y QUÉ?

Siempre me preguntan ¿que es ser Bohemio? les respondo : El Bohemio vive por vivir , se llena de angustia sin tener por qué, pero está alegre cuando otros no están.

El Bohemio vive su vida incansable de ideas ,algunas creativas y otras filosóficas, todas para hacer de su vida un paraíso. El Bohemio no teme, solo porque él vive su vida como quiere, ahora sin causarles daños a sus semejantes. Vive la vida con principios y hasta con responsibilidad pero hace lo que quiere cuando quiere. En la música encuentra pinturas, en las poesías encuentra música, y en las pinturas encuentra versos ...es así mientras que se bebe su copa y sin faltar un café en un bar escondido adonde solo se lee por la media luz y la atmósfera del tabaco. La noche es su tarima....ahi baila, canta, bebe, conversa y admira a otros como él. Se proclama el duende de la noche. Ve el mundo con otros ojos ...él ve colores en el cielo nublado, ve la melancolía en una rosa brillante en su esplendor.

Gracias a todos que entienden estas breves letras. ¡SÍIIIIIII!!!! ¡Soy una Bohemia !!! ¿y Qué?

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Un día decidí darme por vencida

Un día decidí darme por vencida

Renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi espiritualidad.
Quería renunciar a mi vida.

Fui al bosque para tener una última charla con Dios.

"Dios", le dije.
"¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencida?"
Su respuesta me sorprendió.
“Mira a tu alrededor"
El dijo:
"Ves el helecho y el bambú?"
"Sí", respondí.

"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua. El helecho rápidamente creció.

Su verde brillante cubría el suelo.
Pero nada salió de la semilla de bambú.
Sin embargo no renuncié al bambú.

En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante.
Y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.

“Pero no renuncié al bambú”. Dijo Él.
"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú.
Pero no renuncié." Me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú”.
"No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra”.
En comparación con el helecho
era aparentemente muy pequeño e insignificante.
Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 100 pies de altura.

Se la había pasado cinco años echando raíces.

Aquellas raíces lo hicieron fuerte
y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.

"No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar" Él me dijo.
"¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando,
realmente has estado echando raíces?"

"No renunciaría al bambú.
Nunca renunciaría a ti.
No te compares con otros" Me dijo”.
"El bambú tenía un propósito diferente al del helecho,
sin embargo,
ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso".

"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"
"¿Qué tan alto debo crecer?" Pregunté.
"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" Me preguntó en respuesta.
"¿Tan alto como pueda?" Indagué.

Espero que estas palabras puedan ayudarte a entender
que Dios nunca renunciará a ti.
Nunca te arrepientas de un día en tu vida.
Los buenos días te dan felicidad.
Los malos días te dan experiencia.

Ambos son esenciales para la vida.
¡Continúa!.

La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante.
Pero sólo Dios te mantiene Caminando...

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