¡SOY BOHEMIA ! ¿Y QUÉ?

Siempre me preguntan ¿que es ser Bohemio? les respondo : El Bohemio vive por vivir , se llena de angustia sin tener por qué, pero está alegre cuando otros no están.

El Bohemio vive su vida incansable de ideas ,algunas creativas y otras filosóficas, todas para hacer de su vida un paraíso. El Bohemio no teme, solo porque él vive su vida como quiere, ahora sin causarles daños a sus semejantes. Vive la vida con principios y hasta con responsibilidad pero hace lo que quiere cuando quiere. En la música encuentra pinturas, en las poesías encuentra música, y en las pinturas encuentra versos ...es así mientras que se bebe su copa y sin faltar un café en un bar escondido adonde solo se lee por la media luz y la atmósfera del tabaco. La noche es su tarima....ahi baila, canta, bebe, conversa y admira a otros como él. Se proclama el duende de la noche. Ve el mundo con otros ojos ...él ve colores en el cielo nublado, ve la melancolía en una rosa brillante en su esplendor.

Gracias a todos que entienden estas breves letras. ¡SÍIIIIIII!!!! ¡Soy una Bohemia !!! ¿y Qué?

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Vampiria - Lucio de San Martín (Bs. As. - Argentina)

Vampiria

No toda la sangre fue bebida, muy lentamente las fuerzas se van recobrando, lento casi sin tiempo renazco del sopor del amor eterno, Soy libre, la imperfección también puede ser una gracia divina, el gen de supervivencia se manifiesta en la más mínima célula, Soy libre: Luego de la condena el ojo se retira. Puedo obrar, pensar y sentir sin temor a la incoherencia

Gradual e imperceptiblemente como en un sueño fui cayendo en el vértigo de verme reflejado en otro espejo. Un espejo signado por la tragedia, un mar de absolutos que todo lo devora y yo anclado por la medula al oleaje sin viento. 'No, no era un espejo, era un agujero negro, un iris perforado .al infinito.
El recuerdo es un hombre que llora por la arrogancia de dos niños tontos o dos monos diabólicos. Se presenta radiante en su desnudez, altivo en su señorío. Dulce como el despertar de una pesadilla reparadora.
Fui horadando mí tumba como buscando un tesoro, esperaba encontrar en su seno el secreto de la unión entre los seres, Entre los espectros q«e en la noche acompasaban mi silencio, encontré uno de singular anhelo, Contemplé su rostro y olvidé por completo. Tal ara su deseo de mí.
Entonces fui uno con ella, fui nadie sin mi, fuimos la envidia de los condenados. Estaban los que recostados en una roca, caían en precipicios sin fondo, con las manos hacía lo alto querían asir el límite de sus vistas y así lustraban sus ojos en la piedra. Había los que por el hambre de los siglos habían vendido sus propias pieles, eran charcos de semen e idolatría por los tiempos idos. El semen arde en la carne viva. Y quebrantaban:

“Ah! Ira del mundo
Resignación escupida
de que tenga que
pagarse en esta vida
con sangre de uno
la más misara dicha…, "
Se oía tras las puertas de los corredores el ulular de los sodomitas, festejaban la ira de dios como a la lluvia en los campos baldíos. Y nosotros en baile frenético, vertiginoso contemplándonos idos. Al rozamos conseguíamos la alquimia maldita de los dientes. Nos besábamos los dientes con los dientes afilándolos,
Presintiendo el gran final lo tentábamos ávidamente ¡Oh, cuan queda y atrevidamente lo desafiábamos! Allí, en la cripta habitada por las estantiguas de los libros alemanes. Las sombras de las nubes se veían ínfimas, mientras pueblos enteros temblaban.
La alegría inocente en los teatros, los sacrificios exquisitos, los banquetes exuberantes mientras nos devorábamos sin tregua. El aullar de los lobos mientras nos mentíamos deliciosamente El cielo tedioso de nuestros padres.
Mis ojos todavía conservan, lo veo claramente en la oscuridad, las llagas de la iniquidad, esa bella sensación de fiebre en el lecho y la ignorancia del sudor ajeno. El dolor, las ansias de respirar con el plexo desollado. Dos rubíes brotaron de su cuello blanquecino.
Saboreando la hiel de mi sangre castigada ella parecía ver e! nombre del hombre y siempre desfallecía antes que yo, no quería perderme por un descuido. Siempre un sorbo más y seria una rama del bosque de los lamentos. {Siempre fuiste tan golosa Alicia de mi corazón!

Si, ya puedo levantarla cabeza del lecho y sonreír a los tábanos que me esperan en el limbo del techo. El almíbar de cactus te sugieren sonrosada frente a un ciervo calenturiento y el recuerdo de las mentiras me hacen aullar mientras me como a los sapos como vos lo hiciste conmigo.
Cuando no me reconozcas ese será el preciso instaste de tu muerte, te advertí tengas cuidado con ese hacha, te enajenaste, deberás cuidar tu espalda de por vida, una culebra más delgada que tus poros demostrarán que mi palabra es grave y sincera Te voy a salvar con fuego, atlántica.

Lucio
San Martín (Bs. As.)

AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH

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