
Cuantas veces habrémos crúzado
nuestros caminos,
andando, viviendo,
réspirando en esta urbe de asfalto.
Cuantas veces nuestros pasos
nos habrán llevado a los mísmos destinos.
Cuantas veces nuestros pulmones
respirasen el mísmo aire.
Cuantas veces...
Pero no estaba en nuestro síno encontrarnos.
Pués no era la hora señalada,
en que nuestro destino fuera a juntarnos.
Cuantas veces he soñado con tus ojos.
Con tú sonrisa reciviéndome en la mañana.
Con tú cuerpo acurrucado junto al mío,
en mi enorme cama.
Cuantas veces evoqué tu caricías,
sintiendo su calor, pero sin recibírlas.
Cuantas veces suspiré en mís sueños,
sintiendo que te hacía el amor...
penetrando en tus sueños.
Y veía perfectamente tú rostro.
Y sentía como tus manos ansíaban
tocar mi piél dormida.
Cuantas veces te he soñado...
Pensando que eras un ideál inalcanzable.
Un ser divíno que tan solo
en mi mente existía.
Un ente que tan solo vivía en mis sueños.
Y que nunca podría mirarte de frente.
Pero no era así...
Y de manera casuál un día
nos encontramos.
Y mirándonos a los ojos nos reconocimos.
No hiciéron falta presentaciones.
No hiciéron falta primeros pasos.
Tan solo juntar nuestras manos,
nuestros labios...
Porque tú y yo llevabamos
mucho tiempo amandonos.
Tan solo éramos amantes
de un solo destino.
Y teniamos que conocernos
en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario