¡SOY BOHEMIA ! ¿Y QUÉ?

Siempre me preguntan ¿que es ser Bohemio? les respondo : El Bohemio vive por vivir , se llena de angustia sin tener por qué, pero está alegre cuando otros no están.

El Bohemio vive su vida incansable de ideas ,algunas creativas y otras filosóficas, todas para hacer de su vida un paraíso. El Bohemio no teme, solo porque él vive su vida como quiere, ahora sin causarles daños a sus semejantes. Vive la vida con principios y hasta con responsibilidad pero hace lo que quiere cuando quiere. En la música encuentra pinturas, en las poesías encuentra música, y en las pinturas encuentra versos ...es así mientras que se bebe su copa y sin faltar un café en un bar escondido adonde solo se lee por la media luz y la atmósfera del tabaco. La noche es su tarima....ahi baila, canta, bebe, conversa y admira a otros como él. Se proclama el duende de la noche. Ve el mundo con otros ojos ...él ve colores en el cielo nublado, ve la melancolía en una rosa brillante en su esplendor.

Gracias a todos que entienden estas breves letras. ¡SÍIIIIIII!!!! ¡Soy una Bohemia !!! ¿y Qué?

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Adolfo Bioy Casares - En memoria de Paulina


"En memoria de Paulina"
Adolfo Bioy Casares

No (de Los Siete Samuráis)


Suéltame de la mano.
Mira cuántos van por el camino.


BASTA
Olvídense de mí.
Basta de promesas.
No tendrán mi consentimiento.
Les devuelvo el DNI.
Olvídense de mí.
Basta.

No

TinaG (de Los Siete Samuráis)


Abril
Dame esa gran llave:
quiero buscar tu amor.
Oh! Dame esa gran llave:
debo encontrar tu amor.
Hueles a viento,
a ese delicado viento de abril.
Dame esa gran llave de viento,
que quiero abrir tu amor.


DIVINO
Ven a mi jardín divino.
Ven y huele el jazmín
de los días y el dulce
perfume de los lirios.
Ven y duerme en mi jardín divino,
que los gnomos brindarán por ti
con gotas de rocío.
Ven y vive en mi jardín divino,
que te dejaré jugar
entre mis muslos tibios.

TinaG

Dana (de Los Siete Samuráis)

Té Chino
Déjame beber de tu té chino.
Ojos rasgados,
quiero embriagarme
con tu té chino.
Néctar ancestral,
tacita de plata,
déjame beber de tu té chino.



TOKIO
Tokio, alcánzame el sol,
que hace años noches vivo.
Las horas siguen cayendo,
y ya no son de perlas.
Quisiera ver tu luz brillar en mí.
Tokio, alcánzame el sol,
que hace años que noches vivo.

Dana

Clpaxtix (de Los Siete Samuráis)


Dale Dios
Rueda la moviola hacia atrás,
que va todo tan rápido
que me perdí gran parte del cuento.

Dale Cristo, que vive Dios
como un judío poderoso
con sandalias viejas
y anillos de oro.

Dale Dios, que el pobre Cristo
se la bancó hasta ahora.
Si perdonaste a los gitanos
por haber robado el cuarto clavo,
dale un respiro a Cristo
para que no crea que fue engañado.


CORRE JUDAS
Ve Judas y llama a los soldados
que esta espera ya no aguanto.
Ve y diles que estoy aquí
con mi destino signado.
Ve y diles que el Hijo del Hombre
los espera solo y ansioso.
Corre Judas, corre,
que ya no hay más tiempo,
y tengo tanto miedo.

Clpaxtix

Pena (de Los Siete Samuráis)

Dolores, no corras por el riel
con tus pies tan finos.
Dolores, camina por mi dolor
como calmas con tus manos.
(Cuídame cuando duermo
que tengo miedo a no soñar).
Dolores, ya me dio el sol
del mediodía y es tan plácido
que me creo riel bajo tus pies.


CÁNTAME UNA COPLA
Cántame una copla, Federico:
la de una mujer a orillas de un río.
Recítame un verso, Federico:
un verso libre
como cuando éramos niños.
¡Ay! ¿Cómo pudiste Federico
darnos tanto y sonreír al sentir
los siete tiros?
Cántame una copla, Federico,
que del reloj del campanario
borre las cinco.

Pena

Pedro Lapido Estran - "El hombre" (fragmento)

Pedro Lapido Estran, cuya biografía hemos presentado en una entrada anterior de este blog y cuya fotografía puede verse en la columna lateral, es uno de los participantes en el Volumen I de nuestra antología "Cien Almas".

Aquí brindamos algo del material que formará parte de ese trabajo que esperamos concluir antes de fin de año. Recordamos que ese volumen de la antología irá incorporado a un CD y, como primicia, les contamos que también tendrá una presentación internacional a través de una videoconferencia de la que ya diremos más.

Ahora, al trabajo de Pedro, ilustrado con lo que podríamos llamar "portada" del mismo.


Simplemente vivir tal vez no sea
más que el sino angular del ser humano
desde el origen mismo de los tiempos,
-si alguna vez el hombre ha comenzado-.

Porque el hombre aparece entre las piedras
desde tiempos remotos e ignorados
y burlándose a veces de las ciencias
nos asombra de pronto un cavernario.

Tal vez sea el mismo hombre reciclado
en enigmas de gases incorpóreos,
en minúsculos dioses microbianos,
o en etéreos submundos nebulosos,
que son dimensionales o sagrados.

Porque: qué sabe el hombre de sí mismo,
si en un hurgar de absurdos atavismos
no descubrió su historia: ¡La ha inventado!.
Y en vano seguirá buscando un hueso
que le demuestre que él es más que eso:
un paria cuyo origen ha olvidado.

Tal vez es la ignorancia de su cuna
lo que sumerge al hombre en una bruma
de demenciales odios ancestrales.
Puede ser que hasta crea que ha nacido
para ser Dios final de los caídos,
sobre una lápida de iniquidades.

¡Tan distinto es el hombre de los hombres!
es tonto y es genial; enano y alto.
Es buitre y es chacal; paloma y ganso.
Es pastor y guerrero de la fe;
mata en nombre de Dios como del Diablo;
reza e insulta con la misma boca
y hiere y cura con la misma mano.

Ha inventado que es rey del universo
cohabitando en un barrio de galaxia.
Cree ser hijo de un Dios que nunca ha visto,
tal vez para ser fruto en vez de planta.

También en nombre de Él, exalta vidas;
por la misma razón, las acapara,
y otorgándose títulos divinos,
en nombre de ese Dios," bendice y mata ".

Todo empezó en un tiempo en que los cielos
aún no vestían su toga inmaculada.
Cuando lloraban permanentemente
sobre una esfera inquieta y alterada.

En algún recoveco indiferente
se produjo una cópula ordenada,
y de pronto una ameba diferente
le dio al pantano fuerza inesperada.

No se sabe por qué, cómo ni cuándo,
pero de pronto surgió un cavernario.
Es lógico pensar después de todo,
que en tantos siglos suceda un milagro.

Porque lo creó Dios, según la iglesia,
porque la evolución, según los sabios.
Nació, llegó, lo hicieron, se quedó,
no existe hoy quien pueda demostrarlo.

Así de pronto, aparece en la historia,
ripio final en una frase extraña.
No tiene por qué estar, pero se encuentra,
capricho de un autor o gruesa falla.

Mas no se queda allí, quiere ser verbo,
e inventa un nombre: "Campo de batalla".
Aún no sabe sembrar y crea la guerra,
la tiene que regar y entonces, "mata".

Sofistica la piedra y la madera,
de una inocente rama hace una lanza.
Aprende el golpe primero que el beso,
no sabe acariciar y ya desgarra.

Y vierte sangre, sangre por doquier,
un líquido viscoso que lo embriaga;
mucho más que el fermento de las uvas,
mucho más que el aroma de la amada.

Pronto mezcla a la muerte y el amor,
y la sangre con vino más lo embriaga;
en un caleidoscopio del horror,
la muerte con la gloria se entrelazan.

Viste de harapos para trabajar,
para la guerra, sus mejores galas;
descubre el bronce por casualidad,
rápidamente mejora su espada.

Y va cambiando el asiento del poder,
que empezó con el hombre más pesado;
continuó con el grupo mayor,
y luego con los hombres más armados.

Esta secuencia se repetirá
como las notas en un pentagrama,
la hegemonía, se disputará
y el poder cambiará cada mañana.

Pero la fuerza no conseguirá,
retener el poder en su morada.
La inteligencia tiene a su favor,
que puede trabajar, agazapada.

Tal vez fue algún eclipse que dio el Sol,
tal vez alguna lluvia inesperada.
Alguien supo observar y conservar,
y el sacerdote doblegó a la espada.

***

Recordamos a los amigos poetas que estamos ingresando material para el segundo volumen de la antología "Cien Almas". Para participar, les rogamos solicitar información a:

buscadoresdearte@yahoo.com.ar