¡SOY BOHEMIA ! ¿Y QUÉ?

Siempre me preguntan ¿que es ser Bohemio? les respondo : El Bohemio vive por vivir , se llena de angustia sin tener por qué, pero está alegre cuando otros no están.

El Bohemio vive su vida incansable de ideas ,algunas creativas y otras filosóficas, todas para hacer de su vida un paraíso. El Bohemio no teme, solo porque él vive su vida como quiere, ahora sin causarles daños a sus semejantes. Vive la vida con principios y hasta con responsibilidad pero hace lo que quiere cuando quiere. En la música encuentra pinturas, en las poesías encuentra música, y en las pinturas encuentra versos ...es así mientras que se bebe su copa y sin faltar un café en un bar escondido adonde solo se lee por la media luz y la atmósfera del tabaco. La noche es su tarima....ahi baila, canta, bebe, conversa y admira a otros como él. Se proclama el duende de la noche. Ve el mundo con otros ojos ...él ve colores en el cielo nublado, ve la melancolía en una rosa brillante en su esplendor.

Gracias a todos que entienden estas breves letras. ¡SÍIIIIIII!!!! ¡Soy una Bohemia !!! ¿y Qué?

Utiliza este servicio

Seguidores

Quince pasos para tu crecimiento interior


PASO 1


Gracias por estar. No lo lamentarás, te lo prometo.

Comencemos con unos cuantos "ejercicios" que ya han demostrado en otros casos que pueden servir para sentirse mejor.

1) ¿Qué cosas siempre quisiste hacer y nunca te atreviste? ¿Por qué no haces una lista de esas cosas y vas rompiendo cada uno de esos tabúes? Siempre te has movido en una zona conocida, a la que muchos llaman "zona de comodidad", evitando tomar decisiones o realizar acciones que supones "incómodas" porque hacen que sientas vergüenza, temor, inquietud... Prueba, y notarás que no eran para tanto. Siempre pudiste hacerlas pero nunca te animaste. Anímate. Verás como tu actual "zona de comodidad" se amplía hasta donde tú quieras.

2) ¿Usas tus sentidos plenamente? ¿Tocas, miras, saboreas, hueles, escuchas al máximo posible? En general, mientras estás ocupada "desconectas" sus sentidos para no distraerte. Pero te pierdes de disfrutar de miles de sensaciones que están a tu alrededor. Toca, acaricia, aprieta, siente los sabores, analiza los aromas, ve con atención cada detalle, concéntrate en los sonidos del mundo que te rodea.

3) Cuando notes que alguien está haciendo algo bien, sea un conocido o un desconocido, acércate y díselo con toda sinceridad. Verás que la mayoría de la gente es mucho más agradable que lo que supones hoy. Y no será porque la gente haya cambiado sino porque tú habrás cambiado.

4) ¿Es necesario ser rico para disfrutar de las mejores cosas? No siempre. Las mejores cosas no tienen un precio en dinero, no se compran sino que se ganan. Pero hay pequeñas cosas de bajo costo que sí podemos comprar para regalar a una persona querida, manifestándole con ella nuestro afecto. Y hay también cosas como ésas que no debes privarte de comprar para regalártelas tu mismo, para demostrarte que te quieres mucho.

5) ¿Alguna vez compraste algo valioso para guardarlo para el futuro? ¿Y te diste cuenta que hoy es el futuro de ese día en el que lo compraste? Es hora de sacarlo de su escondite y comértelo, fumártelo, bebértelo, usarlo o lo que sea. Si has acumulado algún tesoro para el mañana, recuerda que el mañana tiene que hacerse alguna vez hoy, para que puedas disfrutarlo.

6) ¿Dudas cada vez que tienes que tomar alguna decisión? ¿Consultas a todo el mundo y luego tratas de dilatar el asunto para no tener que elegir una opción? ¿Por qué crees que cualquier otro sabe mucho más que tú acerca de cualquier cosa? Escucha a todos, pero también anímate a dejarte llevar por tus sentimientos e intuición. Si te equivocas, hazlo por ti mismo, y no por hacer caso de opiniones, sentimientos o intuiciones ajenas.

7) ¿Sentiste en algún momento que debías hacer una cosa ya mismo? ¿Notaste una especie de excitación que parecía impulsarte a actuar cuando no había un motivo racional para hacerlo? Eso pasa de vez en cuando. La próxima vez, cuando sientas que quieres hacer algo, hazlo. No analices las desventajas de hacerlo, sino solamente las ventajas. No te pidas permiso: dátelo. Tendrás que afrontar las consecuencias por lo que hagas, pero también tendrías que afrontar las consecuencias por no haberlo hecho. Piensa lo suficiente, no más, y actúa. Recuerda que existe la "parálisis por análisis", es decir, no hacer nada por pensar demasiado cada acción a realizar.

Recuerda que tú puedes vivir sin cualquiera menos sin ti. Ámate profundamente. Cuídate. Busca tu felicidad con fuerzas. Quien no es feliz no puede hacer feliz a nadie. Para poder dar algo, antes hay que tenerlo. En fin, antes de proseguir este camino que emprendimos juntos, "haz tu fiestita", con lo que siempre deseaste pero nunca te animaste a tener. Y luego acompáñame en el paso siguiente, porque vamos a seguir hablando sobre el tema más importante del mundo: tú.

       PASO 2


¿Notaste que "algo está cambiando" en el mundo? Seguramente los beneficiados por el sistema anterior también lo notan, y es por eso que han iniciado una desesperada ofensiva para procurar que tú no te liberes, atándote con prejuicios, presiones económicas, desesperanzas, etc. Podrán retrasar el gran cambio, pero éste es inevitable. ¿Y sabes por qué? Porque tú ya lo has notado y, poco a poco, irás asumiendo tu rol. Ahora has descubierto que hay una trama, un porqué de todo, y has comenzado, o pronto lo harás, tu propia búsqueda de las causas que producen esos efectos.

Quizá tu grado de libertad esté en relación inversa a tu edad: a mayor juventud, menos trabas. Porque la cultura establecida obra a veces en contra de nuestra flexibilidad para conocer, analizar y adoptar todo un sistema nuevo de creencias. Pero los jóvenes no han sido aún tan influidos por ese "establishment" y pueden ser más exigentes a la hora de investigar y cuestionar ideas. Pero tú ya intuyes que hay otras posibilidades, y tu interior ha comenzado a rejuvenecer y, consiguientemente, a ser más libre.

Algo está cambiando y la espiritualidad va creciendo. La realidad no es solamente la que vemos porque nuestras propias limitaciones nos impiden asomarnos a una vastedad tan grande. A medida que esas limitaciones nuestras se vayan debilitando y desaparezcan una a una, la visión que tenemos del Universo se irá ampliando. Descubriremos que podemos hacer mucho más de lo que creemos hoy, muchísimo más. E iremos percibiendo una forma de felicidad menos "boba", menos "light". Una nueva forma de felicidad que nos hará ser agresivamente felices, resplandecientes, fuertes.

"¿Tardaré mucho en lograr eso?", preguntas tú seguramente. No hay tiempo. No hay meta final. Hay pequeñas metas cotidianas que vas a ir alcanzando. Y después de ésa, otra. Y después otra más. Una escalera interminable en la que, a medida que vayas subiendo, te irás sintiendo mejor, comprenderás más cosas, darás y recibirás más. Aunque tu entorno trate de impedirlo poniendo cada vez mayores trabas. Si las superas por tu propio esfuerzo obtendrás esos pequeños grandes triunfos.

Solamente si crees firmemente que puedes lograrlo. Si crees que puedes, entonces puedes. Si crees que no puedes, entonces no puedes. ¿Ves qué sencillo? Solamente depende de ti y de lo que tú creas.

Pero ya percibiste la puntita del ovillo, y ya tienes en tus manos una ayuda: a mí. ¿Quién soy yo? Soy todos los maestros del mundo, los que venimos andando ese camino desde hace más tiempo. Porque cuando el alumno está dispuesto, el maestro aparece. Y los maestros podemos tener nombres muy diversos y nuestras enseñanzas ser muy diferentes. Podemos llamarnos Buda, o Cristo, o Sócrates, o Mahoma, o José López. Y comunicarnos contigo a través de escritos, testimonios, leyendas, evangelios, conversaciones. Para que nuestras enseñanzas lleguen a ti y las analices, las aceptes o las rechaces. O tomes de cada una lo que a ti te resulte útil para tu propio plan, tu propia estrategia.

Si no lo has notado aún, lo próximo que percibirás es que no existen las casualidades. Las cosas ocurrirán en el preciso momento en que tú necesites que ocurran, aunque a veces no hayas descubierto aún claramente esa necesidad tuya. Un encuentro, un papel al pasar, una charla en una radio o en la televisión, un comentario, un suceso tal como un nacimiento o un fallecimiento, un accidente, una fiesta, nunca se sabe bien cuál será el camino para que tú encuentres una respuesta a tu inquietud. Ya te daré ejemplos de cómo ocurrieron cosas así en las vidas de otros y cuánto de útiles resultaron. Porque tú merecerás ser ayudado a continuar ascendiendo por esa escalera en la medida en que realmente lo desees y estés dispuesto a pagar el precio. ¡Suerte!

PASO 3


Antes de continuar, me quiero asegurar de que vas entendiendo el asunto. Por eso quiero remarcarte que nada pasa en la vida porque sí. Hay un por qué que debes ir encontrando, sin prisa pero sin pausa. Y tú tienes un caudal de energía que generalmente no aprovechas porque lo repartes en una gran cantidad de asuntos, algunos importantes y otros no. Si concentras tu atención, y por tanto tu energía, en pocos temas, verás que vas encontrando nuevos y mejores caminos para resolver las cuestiones que se vayan presentando en ellos.

El quid de la cuestión es cómo puedes saber cuáles son los asuntos en los que debes concentrar tu energía. No hay una "lista" previa. Tú los elegirás, aunque no sin ayuda. Y esa ayuda provendrá en el momento preciso, de los hechos o personas indicados.

Es como si todo el Universo estuviera dependiendo, para darte una mano, de que prestes atención a los "detalles" y solicites esa orientación. Tienes que dejarte llevar. Tu propia inquietud actual, que ojalá no se apague nunca, hará de motor.

Andando el camino aparecerán los paisajes. Es toda una aventura, la aventura de tu vida, la más importante. Y ya la comenzaste hace tiempo, o lo estás haciendo ahora, al leer esto, que no llegó a tu poder "porque sí". Puedes sacarle provecho o dejarlo a un lado sin más. Tú eliges. Es tu vida. Es tu realización. Es tu felicidad.

"¿No llegó un poco tarde?". ¿Tarde? Por supuesto que no. Llegó en el preciso momento en que lo necesitabas. Antes no te hubiera servido, no lo hubieras comprendido, no hubieran sentido que podías sacarle el "jugo". Ahora sí. Es el momento, te repito. Hoy, ahora, aquí, ya.

Sigamos avanzando. Tu vida fluye hacia algún desconocido lugar. Hasta ahora, quizá habías tratado de torcer su rumbo natural. Habías interpuesto o dejado interponer diques, creado o dejado crear a otros zanjas para llevarla hacia un destino forzado y prefijado. ¿De qué sirvió? Aprendiste algunas cosas, pero te cargaste de resentimientos que podrías haber evitado. Tienes que dejar que fluya libremente. El agua no choca contra los obstáculos, los rodea y hasta los desgasta con su mansa pero persistente acción. Tú eres el agua que a todo puede vencer. Tu invencibilidad, como te he dicho antes, será tan cierta como tú la creas cierta.

Ya has notado que ocurren muchas cosas en el preciso momento en que deben ocurrir. Ese "sincronismo" es también, según algunos filósofos, una ley natural. Entonces, anota en un "diario personal" cada vez que notes que uno de esos hechos simultáneos aparece en tu vida. Ésas que, los que no saben, llaman "casualidades". Vas a ver que tu diario se irá llenando con esas anotaciones. Es cuestión de que prestes atención.

En el paso anterior de alguna manera te mentí. Te dije que te iba a mostrar "casualidades" que cambiaron la vida de ciertas personas. No lo haré. Lo harás tú, en tu cuaderno y con tu propia realidad. Porque estos asuntos no se aprenden "en cabeza ajena".

Vamos a un plano más general. Tú eres, decía Ortega y Gasset, tú y tu circunstancia. Si hubieses nacido en otra época, serías diferente. Pero naciste ahora y aquí. Entonces tu entorno va a interactuar con tu interior, y ambos van a modificarse por eso.

¿La realidad que vives es mala? No es ni mala ni buena, simplemente "es". Si algún día tu vas a calificarla de "buena" o "mala" será en función de lo que hayas hecho con ella. Así que no le eches la culta a las circunstancias. Son el "ambiente" en el que te debes mover. Un ambiente que puedes modificar a voluntad, poco a poco, con un crecimiento interior que disminuya la importancia de la situación exterior.

Hay quien dice, muchos quizá, que todo esto es una bobería. Que uno no es lo que quiere ser sino lo que lo dejan ser. Que por mucho que uno se esmere, los demás lo conducen hacia un inevitable destino. ¿Es verdad?

Para ellos, seguramente sí. Su estructura interior es débil, culpan a todo y a todos por lo que les pasa o por lo que no les pasa. Nunca son ellos los culpables.

Pero tú has captado que hay algo diferente. Y ahora eres responsable de lo que te pase en adelante. Responsable, nunca culpable. Aunque también voy a enseñarte a perdonarte tus errores. Porque la vida es linda. Éste no es un valle de lágrimas; tan sólo es una escuela a la que vinimos para aprender.


PASO 4


Sé que vas comprendiendo que puedes no ser una víctima del destino sino un verdadero gestor de lo que en tu vida ocurra. Pero cada vez que pretendes dar un paso "liberador" te asaltan las creencias que "compraste" desde hace años (y que nunca se te dio por analizar si eran ciertas o no): "nadie me va a ayudar y me las tengo que arreglar sólo", "esto no es para mí", "ya estoy viejo", "uno vale de acuerdo con lo que tiene y no con lo que uno es", "no tuve las oportunidades que otros tuvieron", ... una sarta de tonterías fáciles de descartar por ser falsas.

Solamente es necesario ponerlas a prueba "haciendo lo contrario". Vas a notar que mucha gente te va a ayudar, que todavía eres tan joven como creas serlo, que lo que uno es resulta más valioso que lo que uno tiene, que todo es para ti, que las oportunidades las tuviste sin verlas pero siguen apareciendo a cada paso de tu vida, ... y así con las demás.

Es inevitable tener creencias básicas en nuestra existencia, sólo que hay que elegirlas mejor. Son siempre un motor. Tú decides si este motor te va a llevar hacia adelante, hacia atrás o te va a dejar "clavado en el tiempo".

A estas alturas de tu vida, ya sabes del poder de tu mente, de la importancia de tu fe, de que mucha gente ha logrado lo que el resto creía imposible porque ha puesto la energía necesaria, la fuerza requerida, el empuje. Lo sabes todo, pero te animas a demasiado poco con todo eso que sabes. Sigues girando siempre para el mismo lado, el fácil, el conocido, el que poco te ha servido últimamente. Pero las novedades aparecerán si giras hacia el otro lado, el riesgoso, el desconocido. Seguramente allí están los peligros, pero también allí están los tesoros.

La ciencia ya anda recorriendo nuevos caminos. Investigando el cerebro ha comenzado a revalorizar la intuición como método apto para conocer. Y son la intuición, el "olfato", los presentimientos, las corazonadas, el "dejarte llevar", tus nuevas herramientas para reparar tus daños actuales y comenzar a construir para ti una vida más plena. Tú y lo que tú creas son la realidad, o lo serán si te decides.

Un comentario expreso o tácito ha ido surgiendo en ti a medida que ibas analizando los pasos anteriores: "¿Qué va a pensar la gente de mí? ¿Cómo van a tomar mis cambios?". Permíteme que te desilusione. A la gente no le importas tanto como tú crees o como ella te ha venido importando a ti. Quizá alguien haga un comentario liviano al pasar, y después continuará con sus preocupaciones personales.

A la persona que más tú le importas es a ti mismo. Hay otros que te quieren bien y que también buscan tu bienestar, y ellos serán los primeros en sorprenderse y alegrarse al verte mejor, y luego serán tus seguidores en ese mismo camino. Descubrirán el secreto gracias a ti, y ellos también comenzarán a producir cambios positivos en sus vidas, gracias a ti.

Pero el asunto es más maravilloso aún. Vas a notar tú que, cuando te animes a comentar con las personas que amas y que te aman esta decisión pequeñita tuya de iniciar tu revolución personal, te dirán que ya habían notado que no estabas bien, que tenías que hacer algo para vivir mejor, pero que no se atrevían a decírtelo. Y todo va a resultarte mucho más fácil al descubrir que ya muchos habían descubierto antes lo que tú estás descubriendo sobre tu propia circunstancia.

Es que no eres independiente, aislado, sino que formas parte de un cuerpo universal que integras como actor protagónico. Todos somos actores protagónicos en esta obra, y cada acción o gesto que hacemos (o que no hacemos) repercute de alguna manera en los demás. Y, recíprocamente, lo que los demás hacen (o dejan de hacer) modifica el "medio ambiente" en el que desarrollas tu vida.

Así que ya mismo debes proponerte dejar de ser actor segundón en la tragicomedia de tu propia vida. Si hay algo que puedes hacer en este preciso instante, o esta misma tarde, o esta misma noche, o mañana por la mañana, inspira profundamente, date un beso y un abrazo, y hazlo ya.

"¿Con los problemas que tengo? Como están las cosas, va a ser mejor que espere una oportunidad más propicia.". ¿Sabes cuándo vas a tener una oportunidad más propicia? Nunca. Hoy es el día perfecto para "hacer una cordura", aunque algún otro pueda pensar (y quizá decirte) que estás "haciendo una locura".

Prueba, y no te va a alcanzar el resto de tu vida para agradecerme el consejo.


PASO 5


Ya hemos quedado de acuerdo en un par de cosas, ¿verdad? Algo tiene que cambiar si no te gusta como va tu vida: tú. Porque si sigues haciendo lo que estás haciendo te va a seguir ocurriendo lo que te está ocurriendo. Cuando cambies tu forma de pensar, sentir o proceder, recién entonces será posible que comiencen a ocurrirte otras cosas, seguramente mejores.

¿Ya hiciste alguna lista de las cosas que te gustaría cambiar, que te gustaría tener, que te gustaría hacer? "Lista de metas", las llaman algunos. Porque si no determinas adecuadamente tus objetivos, no podrás dirigirte "fuerte y claro", "100 por ciento", hacia ellos.

Metas a alcanzar y, además, plazos para lograrlas. Y, ¿por qué no? un perfil de la personalidad que querrías tener. "¿Cómo? ¿Modificar mi personalidad? ¿Es posible?". Más de lo que crees. Y es necesario, porque si estás procurando cambiar el escenario de tu vida, para el nuevo tienes que adecuar tu imagen.

"¿Y cómo puedo saber yo cuál es la imagen adecuada para mí?" No es difícil. Haz una lista de las cualidades de las personas que más admiras: quizá su presencia de ánimo, su audacia, su desinhibición, su capacidad para la pintura o para la música... tú eres quien elige el "nuevo perfil".

Entonces, la primera etapa será conocer lo mejor posible las metas, los plazos y la imagen pretendida. Con los ojos bien abiertos debes elegir el rumbo hacia la nueva vida, para luego cerrar los ojos y darle hacia adelante.

Cada preocupación actual debes reemplazarla por una alternativa positiva. Por ejemplo, si vives autocriticándote puedes apuntar a reconocer tus valores personales. Si no pudiste acumular conocimientos en la vida, seguramente es posible que busques tener cada vez mayor sabiduría, que es mucho más importante. La carga de miedos puede sublimarse: ¿no sería mejor que fueses a partir de hoy una persona cargada de amor? Tus adicciones, frutos de la sensación interna de inseguridad, puedes superarlas reforzando esa seguridad interior y queriéndote más. Tu poca satisfacción con tu imagen física actual, en tanto la vayas mejorando, se compensará descubriendo tus muchas cualidades, porque las tienes y tú lo sabes. Y así con la búsqueda de mejores ingresos, de autorrealizaciones, de mayor confianza en tus propias capacidades.

Ya estás "encendiendo tus luces", o, más exactamente, "encendiendo tu radio para captar los mensajes del Universo", por llamar de un modo general a quien quizá tú ya has descubierto como "Dios". No importa cuál sea tu concepto de algo Superior. Seguramente te será útil apoyarte en ese concepto.

Y con "la radio encendida", comenzarán a llegarte las ayudas. Préstales atención. Recuerda que vendrán como mensajes, como intuiciones, como sueños, como signos, como "casualidades" o "coincidencias" (que ya descubriste que no existen).

Ahora que "tus luces están encendidas" vas a notar que había desde siempre otras ventanas a través de las cuales mirar, más importantes, superiores, más elevadas. Y que tus preocupaciones cotidianas te impedían asomarte para ver el gran mundo que está a tu disposición, a tu alcance.

Tú puedes, si quieres. Te lo dije en un principio y te lo repito. Puedes todo lo que realmente quieras. Es un asunto de actitudes. Cambia tus actitudes para cambiar los resultados. Si sigues sumando 3 + 2 te va a seguir dando 5. Si quieres 10, vas a tener que modificar algún número de la suma. O los dos.

Basta de palabras, que aunque sean útiles no alcanzan para lograr objetivos concretos. Te propongo una experiencia para poner en práctica en el momento que tú elijas. ¿Qué tal si vives una aventura? No tiene por qué ser "la gran aventura". Puede consistir en algo relativamente sencillo: llamar a una persona amiga y proponerle encontrarse en un lugar nuevo y diferente para hacer algo que nunca hayan hecho antes. O simplemente salir a caminar, a vagar, por las calles de un barrio por el que nunca anduviste.

Y poner "a todo volumen" tu "radio encendida" para captar las muchísimas nuevas señales a las que nunca prestaste atención. Entonces vas a ver cosas que nunca miraste, a oír sonidos que nunca escuchaste, a oler aromas que jamás percibiste, sentir sabores hasta ahora desconocidos para ti.

Anímate. Todo un mundo te está esperando.

PASO 6


Si me has estado siguiendo activamente, esto es, poniendo en práctica los pequeños consejos que te he ido brindando, seguramente ya comenzaste a ponerte en sintonía con el Universo. Tiraste unas cuantas ideas que te paralizaban o te arrastraban hacia el fondo, e incorporaste nuevos propósitos que apuntan a llevarte para arriba.

Quizá hasta intentaste la aventura que te propuse. Pero encontraste que "tu equipo" no acompaña a tu mente en su labor. Y "tu equipo" es tu cuerpo físico, la "chatarra" de la que se quejó alguna vez un chico amigo súper especial.

"¿Cómo hago par que este cuerpo mío, con unos cuántos años de antigüedad, alimentado indebidamente, mal ejercitado, etc., pueda seguir los dictados de mi rejuvenecida mente?". Tu estructura material, "en el estado en que se encuentre", siempre puede mejorarse, y mucho.

Lo primero que tienes que hacer es conocerlo y entenderlo. Cada vez más vamos comprendiendo que nuestro Universo es energético. Y ¿qué es la energía? ¿Vibraciones? ¿Ondas? Es eso y es otras cosas más.

Imagínate una sopa: tú y yo somos fideos, pero por entre medio está el caldo, que quizá no vemos, pero que hace que lo que te ocurra a ti repercuta en mí, y lo que me pase a mí repercuta en ti, y que lo que nos pase a cualquiera de los dos repercuta en los demás fideos, y que lo que le pase a cualquiera de los demás fideos repercuta en cada uno de nosotros.

Si se echa un fideo más caliente en la sopa, calentará en mucho o en poco a todos los demás fideos. Si se echa un fideo más frío, enfriará en alguna medida al resto,

Si tú mejoras, yo mejoro, todos mejoramos, el Universo mejora. Si tú te dejas caer, todos los demás nos caeremos un poco, el Universo se deteriorará en alguna forma.

Y los maestros nos enseñan que nuestra energía puede aumentar con la belleza: ser más bellos nosotros mismos, hacer cosas bellas, aprender a apreciar la belleza.

Tú conoces bien el efecto de la música bella, de la pintura bella, de la escultura bella. Es que sus creadores han puesto su mejor energía en corporizar la belleza, y esa energía te llega, te nutre, te alimenta, cuando puedes y sabes disfrutarla.

Yo pongo mi mejor intención: traigo a tu vista y a tu conciencia la sabiduría de los grandes maestros para que tú tengas la oportunidad de compartirla. Entonces tú lees y así participas de esta pizca de belleza, producto de mi energía y del mar de energía que otros muchos han aportado para llegar a ser escritos estos pensamientos. Y el fideo que soy yo, calentado por la energía de tantos provista a lo largo de siglos, te da la posibilidad de que tú aumentes tu calorcito. Y luego tú lo harás con otros, y así, entre todos, mejoraremos la sopa.

Es importante que comiences a buscar la belleza a tu alrededor: en la alegría, en el arte, en el afecto, en donde busques, porque está en todas partes. En ti, también está, ¿sabías?

Conéctate con quienes te rodeamos. Da y recibe. No temas. Todo lo que te llegará no será bueno, pero la práctica te irá enseñando a diferenciar, a seleccionar, a elegir. La práctica, y los maestros.

¿Quiénes somos los que te rodeamos? Personas, animales, plantas, todo. Cada uno de nosotros, hasta ese objeto por el que sientes un aprecio un aprecio tan especial, puede recibir tu energía y puede brindarte la suya. Tu planta preferida, el gatito o perrito con el que conversas a veces pensando que no puede comprenderte mucho, tu persona elegida, tu amigo, tus padres, tus hijos, ese desconocido que va a llamar a tu puerta dentro de un rato, todos son fideos de la misma sopa en que tú estás.

Explora el caldo. ¿Qué hay entre tú y ése, ésa o eso? ¿Por qué el sol te produce sensaciones? ¿Qué te pasa cuando te quedas contemplando una luna llena esplendorosa? ¿Cómo te llevas con la lluvia? ¿Qué te ocurre al pisar la tierra de tu jardín con los pies desnudos?

El Universo en el que estamos es una fuente casi inagotable de emisiones que tú puedes captar con un enorme caudal de recursos. Los sentidos de tu cuerpo, los famosos cinco, no son los únicos. A medida que vayas ejercitándolos, ésos mejorarán en forma impresionante, pero irás descubriendo muchos otros.

Mírate bien. Obsérvate. Conoce más tu cuerpo y tu alma. Agradece todo ese potencial que puede hacerte mejor, y úsalo. Poco a poco irás notando cuánto puedes influenciar lo que te rodea, a partir de tus propias capacidades.

Pero emite "buenas ondas", di cosas hermosas, crea belleza y armonía, porque lo que te rodea te va a devolver toda esa belleza, toda esa armonía, toda la paz que hayas podido aportar.

Comienza ya mismo. Compruébalo.

Un beso afectuoso, y hasta el próximo paso.


                                   PASO 7
 


No hace falta ya que te motive, porque has ido experimentando y convenciéndote con los resultados que observas. Tu vida ya es otra vida: tú lo vas logrando. Estás transitando el camino correcto y lo sabes. Pero hay muchas cosas más. Siempre tú y yo, juntos o cada uno por su lado, podemos aprender algo nuevo. Y seguir creciendo.

Hoy tengo un "jueguito" para que abras un poco más tu capacidad de percibir el mundo que te rodea. Es sencillo y agradable, y verás cómo mejora tu conciencia de ser en el Universo.

Tienes que proveerte de una fruta con aroma y sabor fuertes y definidos, como, por ejemplo, una naranja. Toma esa naranja en tu mano y trata, sin prisa ninguna, de percibir su aroma. Cierra los ojos y concéntrate en ese olor que se va introduciendo a través de tus fosas nasales.

Abre un poco la boca, y notarás que el aroma se disuelve en tu saliva y comienza a ser captado también por algunos sectores de tu lengua. Es como si un suave jugo de naranja se fuese generando en tu boca.

Suavemente, muy suavemente, acaricia con tus dedos la superficie de la cáscara. Nota su rugosidad particular, su textura, la sensación que provoca en tu piel. Piensa que esa naranja y tú son únicos en el mundo. No hay otra naranja exactamente igual a ésa, ni otro ser humano exactamente igual a ti. Eso que está ocurriendo entre esa naranja y tú es único y exclusivo: nunca ocurrió antes ni volverá a ocurrir. Podrías hacerlo con otra naranja, u otro podría hacerlo con la que tú tienes ahora en tu mano, pero no sería igual. En toda la historia del Universo, la pasada y la futura, jamás se sucedió o se repetirá este presente.

Corta lentamente la naranja en dos mitades y observa cómo se va abriendo, cómo brotan gotitas de su jugo que van mojando los labios de la herida, y hasta cómo un hilito de jugo escapa hacia tu mano... hacia la mesa...

Muerde suavemente una de las mitades y siente el sabor único de esa fruta única. No existe, no existió ni existirá otra naranja en el mundo con ese exacto sabor. Un sabor que solamente tú puedes percibir, porque si otro mordiera la misma naranja, la sensación generada por su sentido del gusto, genéticamente diferente al tuyo, le haría sentir otro sabor, quizá parecido, pero nunca igual.

¿Puedes captar la energía que la fruta te está trasmitiendo desde su aroma, su textura, su color y su sabor? Muérdela más fuerte hasta desgarrarla. Percibe el sonido tan particular que va produciendo a medida que tus dientes rompen la perfección de sus gajos, la estructura de su cáscara. Ella te está dando todo lo que tiene, todo lo que es. Es un acto de amor que la naranja no comprende, por supuesto, pero que tú sí, y el Universo también.

La energía de esa naranja, en todas tus formas, se va a integrar a tu propia energía. Ella desaparece para que tú vivas. Si tú te alimentas de ella, con ella, en forma consciente, es como si ella siguiera viviendo en ti.

La primera vez que hagas esto, vas a estar guiándote por mis palabras y la experiencia no será plena. La segunda vez que lo hagas, recordarás la vez anterior, la naranja anterior, y será más profundo el aprendizaje y más valederos los resultados.

Notarás que la segunda naranja, que antes te hubiese parecido similar a la anterior, es totalmente diferente: otra textura, otro aroma, otro color, otro sabor, otros sonidos al morderla. Y tú también habrás cambiado: has aprendido algo nuevo, y eso te hace diferente, mejor.

¿Es un "jueguito" el que te propuse? Por supuesto que no. Es una experiencia vital. La puedes aplicar al caminar, al besar a tus hijos, al acariciar a la persona que amas, al escuchar tu música preferida, al mirar las estrellas, al sumergirte en el agua....

Una experiencia vital, la suma de ellas es la vida. Es la belleza al alcance de tus manos, de tu olfato, de tu oído, de tu gusto, de tu vista. Y es el desarrollo de nuevos sentidos para percibir el Universo.

Porque has captado de esa humilde aunque perfecta naranja mucho más que lo que tu cuerpo físico podía percibir. Porque ahora, por el mismo precio que antes, vas a obtener mucho más de lo que te rodea.

Fue un placer compartir este tiempo contigo. Hasta el próximo paso.


                                    PASO 8



Vamos a andar algún nuevo camino, ¿te parece? Ya conversamos sobre la energía, y sabes que es tu combustible fundamental. Hace funcionar tu cuerpo y tu alma. Y vas aprendiendo a aprovisionarte de ella.

Pero no todas son rosas en estos asuntos. Porque los seres vivos actúan sabiendo que esa energía no es inagotable, y entonces compiten permanentemente por ella. "El pez grande se come al chico", y este refrán popular quiere decir mucho más de lo que dice.

Es una competencia casi siempre inconsciente, y se manifiesta en la interacción cotidiana. Entre los seres humanos, es quizá el origen de todos los conflictos.

El Universo es la gran fuente de energía, y realmente no habría necesidad de obtenerla de nuestros semejantes. Pero en la práctica no es así. Tendemos a buscar y tomar la energía que nos requiere la satisfacción de una necesidad nuestra, en la energía de quienes nos rodean. Y, con o sin su complacencia, como verdaderos "vampiros" intentamos sorbérsela. Y ellos a nosotros.

De pequeños buscamos tomar toda la energía que necesitamos del seno del grupo familiar. Competimos para eso con nuestro padre, con nuestra madre, con nuestros hermanos. Afecto, alimentos, protección, recreación, todo fin es útil para justificar esa competencia que a veces tiene algo (o mucho) de despiadada.

En el tema de la energía, siempre actuamos como carenciados, porque siempre tenemos o creamos una necesidad. Y, a partir de los dos años de edad, comenzamos a establecer el intercambio de energía con más y más seres (humanos y no humanos) de nuestro entorno.

En el tema de la procuración de la energía intervienen valores "económicos", como buscar la mejor relación "costo-beneficio", "obtener lo más a cambio de lo menos", acumular energía en forma de bienes (o de dinero, que es energía almacenada). El "precio" es algo que suele representar la cantidad de energía invertida para generar ese algo, más o menos la medida de la dificultad de obtenerlo (su rareza).

Una forma bien visible de la lucha por la energía es la lucha por el poder. El poder es buscado por los carenciados y despreciado por los fuertes, que no lo necesitan. Es un tema muy amplio y muy profundo, pero tú puedes descubrirlo, analizarlo y controlarlo en tus relaciones cotidianas.

¿Cuántos "¡pobre de mí!" te rodean? ¿O eres tú también uno de ellos? ¿Cuántos "vampiros" se cruzan en tu vida para que "hagas algo por ellos"? ¿Realmente no pueden lograrlo solos, o te buscan porque eres "fácil" y es más sencillo tomar tu energía que utilizar la propia? Y esto no tiene nada que ver con el egoísmo, sino con el equilibrio y la justicia. Quienes hoy te quitan energía para cubrir su necesidad, ¿están siempre dispuestos a compensarte poniendo a tu disposición su propia energía para que tú puedas cubrir una necesidad tuya?

Hay verdaderos especialistas en alimentarse de la energía ajena. Se los conoce como "manipuladores", y suelen "prenderse" de gente débil para chupar hasta la última gota de su energía.

Y sus recursos son muy refinados: "¿No ves que no me amas?", "¡Qué haría sin ti!", "¿Qué te cuesta?", "Antes todo era diferente", "No es un regalo lo que te pido sino un préstamo que en cuanto pueda...", o las "bombas": "Si no me ayudas, me mato", "Si no haces lo que quiero me voy para siempre", "Ya vas a ver lo que te va a pasar"...

No es fácil mantenerse en el lugar justo en estas cuestiones de intercambios de energía y lucha por el poder. Para que vayas aprendiendo, ten en cuenta unas pocas estrategias como guía:
1. No compres situaciones pasadas o futuras: considera cada vez la situación presente.
2. Busca conocer qué es lo que realmente sientes en el momento y obra según eso.
3. Pon tu Yo en situación de adultez y actúa como una persona adulta.
4. No temas a las consecuencias de lo que decidas o no hacer, pues toda decisión tendrá su precio, tanto la de hacer como la de no hacer, pero también sus beneficios. Piensa solamente en esos beneficios.
5. Ten siempre en mente el cuidado de tu energía, usándola pero no malgastándola.
6. Repón tu energía consumida recargándote con la del Universo (que bien puede ser la que proviene de ese Dios en el que crees) y no pretendiendo "chuparla" de los humanos que te rodean.
Probablemente hoy no alcances a comprender totalmente la importancia del tema que estuvimos tratando en este paso. Pero ya la irás captando cada vez mejor. Y emplea bien la energía que puse en escribir esto para ti.

Hasta la próxima, y disfruta este tiempo de tu vida.

                                 PASO 9  


Seguramente muchos de tus conocidos van descubriendo tus cambios y, porque te aman, eso los hace sentir felices. Otros se están comenzando a preocupar por "tú antes no eras así", lo que significa que ya no pueden "utilizarte" como antes lo hacían. Y también hay otros que te advierten que esas nuevas ideas que alguien te está metiendo en la cabeza te pueden trastornar y llevarte por mal camino. Todos tienen razón.

Estás mejor, menos dependiente, con más seguridad. No estás tan incondicionalmente al servicio de los demás porque ocupa parte de tu tiempo tu desarrollo personal. Y estás jugando un juego peligroso que puede llevarte a creer que eres Dios y que en ti está la solución de todos los problemas del Universo.

En tu interior hay muchas respuestas, muchísimas, pero no todas. Ya lo irás diferenciando. El camino bien andado tiene que llevarte al equilibrio, y a la búsqueda permanente de tu superación. No es una colección de recetas mágicas, sino una manera de hacer mejores preguntas.

Es bueno si lo usas bien. Mesura, calma, reflexión. Sin prisas, sin ansiedades, buscando obtener el máximo rendimiento posible de tu sabiduría interior, para conectarte mejor con la Sabiduría exterior. Creo que me comprendes bien.

Hoy vamos a probar cómo obtener respuestas de tu interior. Pensarás que es como meditar, aunque cualquier experto te dirá que "meditar" es otra cosa, y tendrá razón.

Busca un lugar cómodo en el sitio que prefieras. Asegúrate que nadie va a molestarte durante una media hora. Ubícate confortablemente y respira profundamente varias veces, prestando atención a esa respiración.

Relaja tu cuerpo. Relaja tu mente. No trates de pensar en nada en particular. Déjate fluir.

Cuando notes que todo está bien, comienza a rastrear en tu interior buscando el centro de tu ser, en cualquier lugar que esté. Imagina que en ese punto interior se encuentra, acumulada, toda tu sabiduría.

Elige un tema que te esté preocupando actualmente y formúlate preguntas que se correspondan con tus dudas respecto de ese tema. "¿Qué debo hacer con esto?" "¿Qué puedo aprender de lo que me está pasando?", y otras así.

Escucha las respuestas que van a surgir de tu interior, de ese centro que has elegido. No razones, intuye. No les busques lógica ni sentido. Solamente escucha. Aprovecha esa comunicación con tu sabiduría interior y, a través de ella, con la Sabiduría universal (con tu Dios, si crees en Él - con el Universo mismo, si te parece mejor).

Cuando sientas que has logrado todas las respuestas pretendidas, o, al menos, todas las que te sientes capaz de lograr en estos momentos, deja de "meditar".

Obra según te indicó tu intuición. Verás que las dificultades comienzan a ser superadas. Y notarás que aumentan las coincidencias positivas, o quizá en realidad no aumentan, sino que ha aumentado tu capacidad para percibirlas.

Si no te ha sido fácil realizar este ejercicio, presta atención a qué cosas te perturbaron. Si te resultó difícil concentrarte, si el punto buscado en tu interior no era realmente un punto sino una zona difusa que cambiaba de lugar durante el procedimiento, si no te fue fácil formular las preguntas apropiadas, si te costó percibir las respuestas, si no lograste escucharlas o comprenderlas, ... Todo irá mejorando con la práctica. La próxima vez quizá te resulte más sencillo, o la siguiente vez. Cuando esta "autoconsulta" se transforme en un hábito, ya no necesitarás ni siquiera del silencio ni de la soledad. Podrás realizarla casi en cualquier momento o circunstancia.

Ésta y otras técnicas te enseñarán a relajarte, a distenderte, a utilizar racionalmente tu energía moderando su consumo y reponiendo la gastada para sentirte siempre bien. Y ya sabes que tienes que estar en guardia para evitar los "vampiros".

Te dejo algo para que reflexiones hasta nuestro próximo encuentro:
- ¿Estimas que muchos de tus problemas anteriores y presentes surgieron de tu manera de ser?
- ¿Cómo podrías definir tu familia en cada etapa de tu vida?
- ¿Quién dirigía esa familia en cada oportunidad, y cómo usaba esa persona su energía?
- ¿Qué valores te fueron inculcados durante tu infancia?
Aprovecha para hacer una revisión de los pasos que ya hemos dado juntos. Evalúa tu desarrollo hasta ahora. Pide ayuda, a quien creas conveniente, para superar tus dificultades: pedir no revela debilidad sino fortaleza. Y ten cuidado: puedes conseguir lo que pidas.

Recuerda que, como siempre, estoy en un lugar del Universo para ayudarte a crecer. Porque eso me ayuda a crecer. Hasta el próximo paso

PASO 10 



Te había dejado algo para que reflexionaras. Las cuatro preguntas tenían que ver con tu vida ya transcurrida, con tu infancia, tu adolescencia, tu juventud. ¿Es tan importante para tu presente la experiencia recogida durante tu niñez?

En la infancia, estamos indefensos para comprender por qué somos muchas veces ignorados, ridiculizados y criticados. Y, mucho menos entonces, podemos defendernos de esos ataques de los adultos que nos rodean. Esas situaciones, de mayor o menor gravedad, nos marcan profundamente.

Entre otras cosas, suelen producirnos carencias que luego nos convierten en "chupadores" de energía ajena: nuestras urgencias son más urgentes que las urgencias de los demás. Según el Dr. Eric Berne, uno de los fundamentales en el llamado "análisis transaccional", hay tres posiciones básicas posibles que podemos tomar en relación con los otros: el yo Padre, el yo Niño y el yo Adulto. Veamos un poco en qué consiste cada una de ellas.

El yo Padre copia conductas, actitudes y valores que vimos en nuestros propios padres o en otros adultos. Intimidamos, Interrogamos. Criticamos. Juzgamos. Sobreprotegemos. Auxiliamos.

El yo Niño nos remite al estado de chicos pequeños, manipulando a los demás desde una posición de debilidad. Nos mostramos carenciados, pobrecitos, víctimas, asustados, impotentes, culpables, irresponsables. Algunos llaman a esta posición la del "¡Pobre de mí!" o la del "¡Si no fuera por ti!".

El yo Adulto permite el uso de nuestras propias capacidades para reunir información y tomar decisiones, sin necesitar chupar energía de los demás por la fuerza (como el yo Padre) o mendigándola (como el yo Niño). Aceptamos los riesgos que conlleva esa independencia de criterio y nunca culpamos a otros por un fracaso nuestro ni sentimos que un éxito se debió a la obligada participación de otros. Consultamos, sí, para mejorar nuestra información, pero no nos sentimos obligados a seguir consejos "al pie de la letra". No hace falta que te diga que ésta es la mejor posición, la que usa nuestra inteligencia, nuestros sentimientos, nuestra intuición para tomar nuestras decisiones.

Ni robar energía ni que nos roben energía. En el equilibrio exacto entre dar y recibir está la solución. Ni "lo sé todo" ni "no sé nada". Sé lo que sé, puedo aprender lo que no sé. Tengo mi verdad, ni más ni menos valiosa que la verdad que tiene cualquier otro. Tengo mi conexión personal con la fuerte de Verdad y de Energía, no me siento ni débil ni inseguro, no manipulo a los demás, no necesito dominar su atención forzadamente. Nadie me debe tener porque no voy a quitarle energía. No lucho por el poder porque soy suficientemente fuerte. No debo estar a la defensiva porque no permito que alguien, desde su yo Padre, pueda imponérseme, ni desde su yo Niño, buscando que me conduela con él, pueda quitarme esas fuerzas.

Doy cuando quiero dar. Pido cuando estimo que necesito. Y siempre a otro que se encuentre posicionado, como yo, en su yo Adulto. Compartiendo, no robando ni siendo robado.

Ahora bien. Tú te estarás preguntando: "¿Cómo hago para cambiar si nunca actué en ese estado de yo Adulto?".

Nada cambiará mágicamente. Lleva su tiempo. Si tú te relacionaste desde los otros estados y obtuviste algunos éxitos pasajeros, quizá creas que sin la energía ajena no puedes lograr nada. O que, al menos, es más fácil mendigar o quitar que autosustentarse.

Al principio, quizá lo sea, pero con la práctica, la persistencia, la evolución, el crecimiento personal, tus propias capacidades te llevarán mucho más lejos. Se irán presentando situaciones interpersonales que ahora observarás con más cuidado, y evitarás los conflictos con cada vez mayor éxito. La satisfacción que obtendrás premiará tu esfuerzo, y te irá "curando" de esa tendencia enfermiza a exigir algunas veces, y a rogar otras.

Ya no te encerrarás detrás de murallas para enfrentar al otro en una lucha para demostrar quién tiene el poder. Aprenderás a ponerte en la posición del otro, comprenderlo, y, sin juzgarlo, aceptarlo o evitarlo. No estarás rehuyendo ningún combate, porque no hay nada por qué combatir.

Comprenderás que nada es blanco ni negro, que todo es una variedad de grises, que siempre hay otra opción mejor. No te sentirás carenciado, ni proyectarás tus éxitos o fracasos en otros. No buscarás excusas que oculten tus propios defectos aún no superados. Encontrarás soluciones para casi todos tus problemas, procurando la energía en el mejor lugar.

Y ya no tendrás miedo.

Es cuestión de ir probando, ¿no?

Hasta nuestro próximo encuentro. Sencillo de lograr, porque tras cada paso te percibo más cercano. ¿Y tú?

PASO 11


Ya vamos llegando a un punto especial al que vamos a dedicar algo de tiempo y de esfuerzo: dos nombres que solemos dar a la energía de la que tanto hemos analizado.

Y este trabajo que te propongo será energía bien invertida, que no quitaremos a nadie ni tampoco perderemos, pues retornará multiplicada a nuestro propio interior.

El Universo, siempre existente o creado de alguna manera por el azar o por una inteligencia superior, es nuestro hogar. Somos habitantes de este Universo tridimensional que vamos conociendo materialmente muy de a poquito a través de la ciencia, y que vamos conociendo en su esencia también paso a paso, utilizando nuestras otras formas de percepción.

Una vez, - o, según los reencarnacionistas, muchas más, - nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos (esto es, vivimos) en este ambiente. Es por ello que nuestras angustias existenciales pueden reducirse canalizándolas hacia un mejor conocimiento de esta morada actual nuestra.

Si pudieras ver todo este Universo desde un punto exterior: ¿qué eres tú y qué significas tú dentro de este vasto conjunto? ¿Qué trascendencia tienen, por ejemplo, tus problemas en el devenir de la totalidad? Éste es un planteo sumamente interesante.

Observa que tus acciones siempre modifican un poquito o un no tan poquito el futuro de la totalidad. Eres importante, muy importante. Lo que hagas y lo que dejes de hacer hoy cambian el mañana del Universo. Nada de lo que causes es indiferente para el resto. Suena como una responsabilidad, ¿no?

Entonces, no es verdad eso de que tu vida es tuya y con ella puedes hacer lo que quieras. Tienes la posibilidad de elegir lo que vas a hacer o no hacer, y eres responsable de lo que se modifique el entorno por lo que hagas o no hagas. Responsable, no culpable.

Pero el Universo, es decir, el todo, también puede ayudarte a tomar las decisiones. El Universo o, si crees en Él, su Creador. Porque para el Universo (o la Creación) eres un elemento fundamental, indispensable e irrepetible.

Cuando tomas conciencia, cuando cada vez más individuos vamos tomando conciencia, el proceso evolutivo se hace "conciente": ocurrirá lo que queramos o permitamos que ocurra. Pero el propio Universo (o su Creador) nos irá mostrando cuáles son las opciones más convenientes.

Es cuestión de reconocer la magnitud del Universo y nuestra propia identidad dentro de él. Y nuestra arma, nuestra herramienta de trabajo, es la "intuición". La intuición lleva a la creatividad, a resolver nuestros problemas en diálogo con el Todo sin necesidad de andar robando energía a nuestros semejantes.

"¿Y toda esta digresión filosófica para qué me sirve cuando tengo que resolver los problemas de mi vida?" ¿Estabas por preguntarte algo así?

Nada menos que para tener grandes soluciones, soluciones generales, para encarar problemas aparentemente pequeños y determinados.

No es casual que te hayas encontrado en este preciso momento de tu vida con estas páginas, es decir, conmigo. Seguramente era el momento justo: estabas preparado y el maestro apareció. Entonces te interesaste en temas en los que nunca te habías interesado antes, porque no estabas preparado. Y el maestro (en realidad, muchos maestros) te va ayudando a reflexionar sobre el motivo más importante de tus preocupaciones: tú mismo. Diciéndote cosas para que las tomes o las dejes, pero son nuevas cosas que se incorporan a tu vida. Y de la vida, de tu vida, hablemos un poquito más antes de despedirnos por hoy.

"La vida es una lucha" - dicen algunos. Es verdad, pero es una lucha que se gana rindiéndose. ¿Existencialismo? Nada de eso. Rendirse no es dejar de hacer, sino, por el contrario, dejar de "preocuparse" para "ocuparse", poniéndose en manos de algo superior.

¿Cómo se va logrando incrementar la comunicación con el Universo? En primer lugar, abriendo la mente, elevando nuestro nivel de vibración, perdiendo los miedos, observando a nuestro alrededor con la mirada atenta y sin prejuicios, ampliando nuestra esfera de acción, superando los límites autoimpuestos.

Es cuestión de atreverse a ser más. Siempre se puede ser más cuando realmente se quiere ser más.

¿Más qué? Más uno mismo. Tu sabes qué quieres: tus anhelos expresos o secretos, lo que siempre supiste que deseabas para ti pero que no te animabas a intentar lograr.

Es hora de comenzar a obtener pequeñas y grandes victorias. Porque tienes la potencialidad de ser un triunfador. El Universo está para ayudarte a serlo. Tú tienes que hacer tu parte.

No debes perder más en la vida.

Si crees que puedes, puedes. Si crees que no puedes, no puedes. Yo creo que tú puedes. ¿Te sirve?

PASO 12


¿A que sé cuál es uno de tus problemitas a esta altura de tu evolución, del crecimiento interior que poco a poco vas experimentando?

Lees estas páginas. Lees otras similares que encuentras por allí. Las vas comprendiendo cada vez mejor y, en soledad, te propones hacer tal o cual cosa para mejorar tu relación con los demás, para evitar robar energía o que te le roben, para no dejarte influencias por los demás y sus problemas o sus presiones.

"A partir de hoy, todo va a cambiar" - te prometes. Luego retornas a la vida cotidiana, a los conflictos, a las discusiones, a los enfrentamientos, a la competencia, y sientes que no puedes cumplir la promesa que te hiciste. Que el mundo exterior "te puede", y que todos tus propósitos se convierten en muy pequeñas trasformaciones de esa realidad avasalladora.

Entonces sientes que todo lo que leíste estaba muy bien, que todo tenía mucho sentido, que permitía vislumbrar una realidad mucho más hermosa, pero que no era para ti. Que tú no tienes fuerzas suficientes para torcer el brazo del destino.

Y eso no es verdad, salvo que realmente puedas creerlo y, al convencerte, lo hagas cierto.

Tú puedes, pero te llevará tiempo, como aprender a caminar, a montar en bicicleta o a nadar. O un poco más de tiempo, porque no es sencillo aprender a volar. Pero no es imposible. Y es maravilloso.

Lo que sientes en soledad, de pie en la cima de la montaña, no es fácilmente transferible al valle, en el que te parece que todo está en tu contra. Allá, en la cumbre, sentiste el éxtasis, la seguridad, la confianza. Al descender te encontraste con que era uno más, débil, indefenso, agredido, superado.

Cuando estés en el valle, y te sientas frustrado y deprimido porque todo parece tan duro y difícil, trata de recordar lo que sentías en la cima de la montaña. Evocándolo, llénate de coraje y vuelve a intentarlo una y otra vez. No te esfuerces por lograr resultados espectaculares. Presta atención a los pequeños logros, a los avances, a los cambios.

Derrota a tus enemigos de a uno, y hazlo con amor. Y vas a notar que ese amor no es algo que se genera dentro tuyo y fluye hacia el exterior. El amor es algo que se mete en nosotros cuando nos abrimos a la energía del Universo, y luego sí puede derramarse hacia los demás.

Abre tu corazón, tu alma, tus sentidos. Recibe todo lo bueno que te rodea y que es muchísimo más que lo que podrías crear por ti mismo.

No te juzgues jamás. No intentes cuantificar tu "rendimiento" en estas cuestiones. No dudes de tus posibilidades. Simplemente, deja que todo fluya como deba fluir. Ábrete, y deja que ocurra.

Mira lo que tienes alrededor, elige lo bueno, lo hermoso, lo noble, lo sano, todo lo que está allí para inundarte de energía, si es que no impides su entrada poniéndole trabas con tus viejos prejuicios, tus conflictos no resueltos, tus preconceptos. Tú no sabes nada de estas cosas, o sabes demasiado poco. Hay quien sabe mucho más, y necesita solamente que no te opongas, que seas dócil, que permitas que actúe.

En el valle, observa y experimenta. En la cima de la montaña, recupera fuerzas.

Vuelve a leer lo que leíste, a sentir lo que sentiste. Date tiempo. Tu tiempo es lo más valioso que tienes, y no debes malgastarlo luchando contra molinos de viento. No hay luchas reales. No hay luchas. Solamente hay amor fluyendo de un lado a otro que no muchos saben apreciar y utilizar. Solamente amor, para que todo el que lo desee pueda sentirse bien, para que tú puedas sentirte bien. Lo demás no es real. Es solamente falta de amor.

Te cargas de energía, avanzas aprovechando las coincidencias (que no son coincidencias), recargas tu energía, vuelves a avanzar. Es simplemente eso. No necesitas de píldoras maravillosas, ni de experiencias extrasensoriales, ni de apariciones, ni de milagros. Todo lo que necesitas, está a tu alrededor, esparcido en forma abundante, más que suficiente para hacerte feliz.

Es cuestión de que sigas aprendiendo a inundarte de eso. No tienes demasiado que hacer a favor, solamente tienes que no hacer nada en contra. Descárgate de conflictos, de preocupaciones, de lastres que actúan como pesas para no dejarte ascender. Flota en el Universo, despreocúpate de lo material, sé lo que algunos llamarían "irresponsable" pese a que no es real: te ocupas de lo verdaderamente valioso y resuelves lo verdaderamente significativo. Te vas haciendo fuerte en tu aparente debilidad.

Usa la cima de la montaña tanto como la necesites. Aléjate del bullicio de la vida cotidiana por un rato y retorna con tu carga de energía, tu mente limpia, tu espíritu dispuesto a averiguar qué hay de nuevo para aprender hoy.

Y no te sientas por encima mío ni por debajo de mí porque en este paso te he dado algunas zamarreadas. Compórtate con tu yo Adulto y devuélvemelas. Sabes que puedes demostrarme que eres capaz de lograrlo, pero también sabes que no necesitas demostrar nada. Abrázame a la distancia y recuerda que hay alguien pensando en ti que desea tu bien.


PASO 13


Tu tienes un cuerpo físico, ¿recuerdas? Hoy vamos a utilizar ese envase para mejorar su contenido. Menos filosofía y más acción. Porque la vida, como tú, como el Universo, es una equilibrada combinación de todos esos factores.

Tu cuerpo es el instrumento - no el único, por supuesto - mediante el cual podrás intentar un camino de superación. Por eso debes procurar mantenerlo en las mejores condiciones posibles. Si fueses ejecutante de arpa, el arpa debe estar bien afinada.

Sabes de la importancia de una buena alimentación. Sana, equilibrada, ni pesada ni "light". Consúltalo con alguien que sepa acerca de nutrición y guíate por sus indicaciones.

También todo el día te informan acerca de lo fundamental que es el ejercicio físico para se estado de "bienestar" necesario para el estado de "biensentirse". Ni la inercia y la pasividad, ni el correr, saltar y trotar hasta que duela. Para eso hay otros especialistas que podrán asistirte en tu "puesta a punto" física en ese aspecto.

Tanto en la dieta como en el ejercicio corporal, lo fundamental es la paciencia, la perseverancia, el "paso a paso". En algunas culturas, desde el nacimiento son habituados a manejar esos temas, por lo que se les hace más sencillo y natural.

El "paso a paso", la paciencia, la perseverancia, la continua superación, el progreso lento y sostenido, también valen para nuestro desarrollo en lo energético, cada vez con mejor conexión con el Universo. Es la búsqueda de un premio cotidiano, no de un castigo. Habrán días mejores y días peores.

Vamos a ver ahora algunas herramientas que pueden serte útiles para la labor de perfeccionamiento. A otros les han servido, por lo que quizá, muy posiblemente, a ti también te servirán. Tú decides, como siempre.

Al despertar:

No saltes de la cama mecánicamente. Si usas reloj despertador, haz que suene cinco minutos antes de lo necesario, para utilizar esos cinco minutos en nada más ni nada menos que mejorar tu día.

Proponte, en primer lugar, que ese día será, para ti, un buen día: para disfrutarlo, para sentirte bien, para aprender algo nuevo de algún acontecimiento quizá no demasiado gratificante.

Proponte estar atento a las señales, a los murmullos con que el Universo - con la amplitud con que me permito utilizar ese término - te muestre lo que tiene para ofrecerte.

Inspira profundamente varias veces, soltando el aire con lentitud. Imagina que con cada inspiración ingresa a todo tu cuerpo, a cada una de sus células, una corriente de energía. Ilumina cada rinconcito de tu persona, aliméntalo con esa energía, y, especialmente, ilumina tu mente, tus ideas.

Evalúa rápidamente los problemas con los que ya sabes vas a tener que enfrentarte. Y mantente calmo y sereno.

Ese nuevo día es un regalo que puedes usar más o menos mal, o más o menos bien. Ya sabes que el Universo planificó algo para ti ese día (o, simplemente, que algunas cosas van a ocurrirte) y proponte obtener el mayor provecho posible de ello.

Al levantarte:

Hay una práctica que algunos aseguran que da muy buenos resultados: produce un sonido, lo más largo posible. Siente cómo va saliendo el aire por tu boca. Escucha el sonido que estás produciendo. Notarás que cada vez va saliendo más "fuerte y claro". Hazlo donde no molestes a nadie, por supuesto.

Dedícale a este ejercicio un par de minutos. Luego inspira profundamente y espira lentamente dos o tres veces.

Y sal a la vida cotidiana.

Durante el día:

A lo largo de la jornada, notarás que tu energía decae progresivamente. Cuando tomes conciencia de que "te estás desinflando", carga nuevamente energía durante un par de minutos. No tienes que ir a ninguna estación de servicio: el Universo trae el combustible hasta ti.

Inspira y espira como te enseñé. Repítelo unas cuantas veces, prestando atención a qué es lo que ocurre cuando el aire penetra en tus pulmones y, desde allí, llega a todo tu cuerpo. Esto se llama "respiración conciente". Cuando la apliques, vas a conocer una nueva forma de sentir que estás vivo.,

Por la noche:

Búscate un lugar en el que puedas estar en soledad por unos cinco o diez minutos. Pon alguna música puramente instrumental, por ejemplo, de tipo danza ritual africana, sin voces. O la que prefieras. Tú y la música, nadie más.

Y comienza a mover todo tu cuerpo siguiendo el compás, teniendo puesta la menor cantidad posible de ropa, preferiblemente ninguna. Trata de, con la música, elongar todos y cada uno de los músculos de tu cuerpo. Ve liberando los excesos de energía (tensiones) y reacomodando la restante para repartirla uniformemente. Irás percibiendo cómo hay zonas en las que se han producido "nudos" de energía que llegan a dolerte, y cuán placentero es disolverlos "desde dentro" con esos movimientos continuos, pensados, ordenados.

Al terminar, sentirás tu cuerpo blando, dócil, confortable.

Al acostarte:

Un repaso general a lo ocurrido durante el día. Y un pedido de ayuda al Universo.

Tu cuerpo es hermoso, complejo, multifuncional. Puede ser fuente de placer o fuente de dolor. Como ya vas acostumbrándote a comprenderlo: tú decides.

A estas alturas de nuestro camino junto - alturas, pues seguramente vamos ascendiendo cada día - tus aspectos personales (cuerpo, alma, espíritu, mente, etc.) ya deberían haber sufrido cambios positivos que tú puedes percibir. Si todavía no te parecen significativos, estás en un error. Hemos caminado juntos un difícil camino y, si aún estamos juntos, es porque ya no eres el mismo que lo comenzó. Aquella persona ya hubiera abandonado. Nunca hubiese alcanzado este lugar de la ladera desde donde podemos contemplar la cima.

En cuestión de dos pasos más, intentaremos alcanzarla juntos. O, al menos, llegar tan alto como podamos. Ya podemos ayudarnos mutuamente, para que el triunfo tuyo se sume al mío y el mío se sume al tuyo. Inspira profundamente, exhala el aire lentamente. Y sonríe, para que el Universo entero sonría.



PASO 14


¿Ves amigo? Allí está la cima, o, al menos, el final de este viaje juntos. ¿No es hermoso ver, allá abajo, el valle donde alguna vez sufriste tanto y que, desde aquí, parece conquistable?

¿Y cómo hemos logrado esto que logramos? Simplemente decidiendo lograrlo. Aprendiendo y practicando.

A propósito, ¿has hecho algo de lo que te sugerí para tener tu cuerpo más "afinado"? ¿Te resultó útil? Si decidiste hacerlo y te sirvió, muy bien. Si no, no te preocupes. Hay muchísimas otras formas de facilitar el éxito en esta propuesta de sentirse bien.

Pero vamos a seguir reflexionando sobre las causas de todo lo bueno y de todo lo malo que te ha ocurrido, te ocurre y te ocurrirá.  Quizá el tema fundamental es "cómo eres", lo cual nos lleva a los previos interrogantes: "¿Qué eres?", "¿Por qué estás aquí?", "¿Por qué y para qué eres lo que eres?", etc., es decir, a las cuestiones básicas del ser humano desde siempre y, seguramente, para siempre.

Porque no es sencillo dar siquiera respuestas mínimas satisfactorias sobre esto. Son problemas que no tienen soluciones finales y, según los orientales, "un problema sin solución no es un problema".

En realidad solamente podemos intentar conocer ese "cómo eres" y ver qué podemos hacer con eso que eres para mejorar tu calidad de vida interior.

Eres heredero de un linaje, de una carga cultural, de un bagaje que tiene similitud con los recibidos por los hijos de los primeros padres humanos pero que se ha completado con circunstancias del aquí y del ahora. El proceso evolutivo se ha venido desarrollando desde aquellos primeros seres humanos, y tú eres un paso en esa evolución que continuará.

Tus padres, abuelos, bisabuelos, etc. hicieron cosas y dejaron de hacer otras. El saldo es la herencia que recibiste, la que te fue entregada en parte genéticamente y en parte culturalmente cuando te educaron (o no te educaron) de pequeño. Sueles cuestionarte tanto "la pesada herencia recibida", que utilizas tiempo y energía en revisar tu pasado en lugar de aplicar tus esfuerzos a tu presente y futuro.

Pero, pese a que no suele serte demasiado útil más que para resolver las cuestiones que él mismo te crea, revisar el pasado te retrasa en la evolución personal. ¿Cómo puedes evitar esta demora? ¿Cómo puedes superar las angustias que lo heredado te provoca para dedicarte a utilizar tu genoma personal y lo culturalmente aprendido, a favor y no en contra de tu felicidad?

No es nada fácil, aunque no es imposible disminuir los efectos negativos de ese constante "mirar atrás". Por eso, detén un momento el vehículo, mira por el espejo retrovisor, convéncete de que lo pasado ya fue, y de que lo que nos dejó es como es.

Siguiendo con la comparación automovilística, si acabas de pisar un perrito, por más que lo mires y lo vuelvas a mirar por el espejo retrovisor el perrito no resucitará. Y, como seguirás andando, corres el riesgo de pisar muchos otros perritos por estar ocupado en el que pisaste antes. ¿Está claro?

¿Cuánta importancia significa para tu vida los padres que has tenido? ¿Cómo tu infancia marcó el rumbo de tu presente y de tu futuro? Es importante, según los maestros, que te preguntes si hubo un propósito en que nacieras en la familia que naciste y en que te pasara lo que te pasó en la niñez. Y, en caso afirmativo, sabiendo quién y cómo eres, aprovechar la verdad descubierta, para apoyarte energéticamente en ella, o, al menos, quitarte las dudas y disminuir la necesidad de hurgar más en tu pasado personal.

Cuando encuentras el propósito que el Universo (o el Creador) tuvo para colocarte allí, en esa familia y en esas circunstancias, y posibilitar que te pasaran las cosas buenas y las cosas malas que te ocurrieron por ello, el panorama general se suele aclarar notablemente.

En una famosa novela se le dice al protagonista: "Usted está aquí porque es donde necesita estar para continuar evolucionando. Toda su vida ha sido un largo camino que lo condujo directamente a este momento." ¿Puedes aplicar esto a tu propia vida? ¿Qué te trajo a este lugar, en estos tiempos? ¿No será que tienes una misión específica para cumplir?

Todo lo que hiciste hasta hoy, ¿no fue una preparación para lo que hoy tendrás que hacer?  Y lo que hiciste antes y lo que hagas hoy, ¿no será una preparación para lo que vayas a hacer mañana?

Que estemos juntos, tú y yo, dos entre miles de millones, comunicándonos y tratando de mejorar nuestras vidas, ¿no será un recurso del Universo (o del Creador) para que podamos ayudarnos mutuamente a alcanzar esa ya tan cercana cumbre?

Podíamos no habernos encontrado nunca. Era lo más probable. Pero aquí estamos, juntos, aquí y ahora. Porque ambos lo decidimos.

Y eso me hace muy feliz. Aunque mañana deba ver cómo das los últimos pasos con mi ayuda, para saber que luego seguirás tu camino solo, fuerte, adulto, porque ya no me necesitarás.

Repón tus fuerzas. Mañana acariciarás la gloria.

PASO 15


Aquí estamos. Dando nuestro último paso juntos. Pero quiero aprovechar para dejarte algunas enseñanzas que te pueden ser útiles cuando sigas tu marcha por la vida.

Los tiempos están difíciles (quizá siempre lo estuvieron). ¿Cómo hacer para enfrentarlos y superarlos desde tu propia fuerza interior? ¿A qué reservas puedes recurrir para obtener allí energía suficiente y evitar ser arrastrado por esa pesadumbre, impotencia o rabia interior, ante situaciones que no reconoces como creadas por ti, ni siquiera como posibilitadas por ti, aunque sí lo hayan sido?

Y más aún, ¿cómo no detener tu crecimiento interior o hasta retroceder en los logros que ya obtuviste, ante circunstancias que masivamente afectan a la mayoría de tus prójimos, incluido tú mismo?

Cuando el arroyo que viene deslizándose sin problemas, por un cauce sencillo y sin obstáculos, encuentra una piedra importante en su camino, tiene dos opciones principales: batir contra ella tratando de destruirla, de desmenuzarla, de disolverla, o dividir su curso y fluir por los costados del obstáculo para luego reunirse y seguir su camino.

No siempre es posible para el arroyo tomar esta segunda opción. A veces la piedra se interpone totalmente y no queda más remedio que intentar forzar el paso procurando hacerla añicos, o esperar que, actuando como un dique, permita que más agua del arroyo se acumule como para superarla por encima.

Pero las más de las veces existe, entre la piedra y una de las costas, o ambas, la posibilidad de fluir, de dar un pequeño rodeo, superar el obstáculo sin intentar destruirlo, para luego retomar el curso tranquilo habiéndolo dejado atrás.

Para cualquiera de las alternativas que elijas ante una situación grave, debes llegar a ella estando bien provisto de energía. Tus fuentes están a tu alrededor: la fe, la belleza, el amor, el conocimiento de que si algo ocurre es por alguna razón. Tú ya sabes cuál o cuáles son tus fuentes. Bebiendo de allí y aumentando tu vibración, elegirás mejor la opción que corresponda y estarás en mejores condiciones de ejecutarla.

"¿Por qué yo?", "¿Por qué a mí?", "¿Por qué ahora?". Tres preguntas con una sencilla respuesta: "¿Por qué no?".

Es que la cuestión principal de la vida no es buscar respuestas, sino saber hacer las preguntas. Cuando la pregunta está bien formulada, la respuesta siempre llega.

La cuestión principal es encontrar el motivo por el cual estás sintiéndote mal, o paralizado, o enojado...¿Te parece injusto que te ocurra algo así? ¿Te sientes impotente ante la situación adversa que debes enfrentar?

¿Pero no te parecen mejores estas preguntas?: "¿En qué momento de mi vida ocurre este problema?" "¿Qué herramientas de mi bagaje puedo utilizar para superarlo?" Y si no me es posible salir indemne d esa situación, "¿Qué nueva cosa positiva puedo aprender de ella?".

Los maestros del crecimiento espiritual sugieren no tomar ninguna decisión hasta encontrar el momento en que te sientas calmo, abierto y positivo. Entonces, proponte lo que hoy llaman "un objetivo de máxima", es decir, aprovecha la situación adversa para hacer pie en ella y pasar a una mucho mejor que en la que antes estabas. "Crisis = peligro + oportunidad", escriben los chinos.

Tú mereces llegar a lo que alguna vez soñaste como objetivo. Quizá esa circunstancia aparentemente negativa (o realmente negativa) pueda servirte para abrir "esa" puerta a la que antes no te atrevías.

Lo que hoy te ocurre de malo, te ocurre porque estás vivo. Las dificultades de la vida solamente se les presentan a quienes están vivos. Y la mejor manera se superar las dificultades no es luchas contra ellas sino saber vivir con ellas.

Has aprendido que, ante un problema, no es bueno obedecer a los impulsos - provenientes de tu propia inseguridad, de tus propias falencias - sino es mejor que sigas tu intuición - la que llega de una Sabiduría superior. Si eres creyente, es la voz de Dios. Si no lo eres, es la voz del Universo. Allí es donde obtendrás la respuesta a "¿Qué debo hacer?". Espera un poco, y esa respuesta te va a llegar.

Dame un abrazo fuerte, muy fuerte. Allí está la cima, a tu alcance con solamente proponértelo de verdad. Extiende tu mano y comienza a acariciar la gloria. Te la has ganado para el resto de tu vida.

Habrá más cimas que conquistar. Y también las lograrás.

Sólo una cosa te pido en pago a mi trabajo de maestro. Baja al valle, busca a quien pueda necesitarlo, y enséñale que él también puede conquistar cimas, con sólo desear aprender lo que debe ser aprendido. Ayúdale a lograrlo.

No hay comentarios: