La Voz de Dios
Cuando veamos la noche
juntos en alguna playa
de una cálida ribera,
quizá tengas la primera
prueba de mi gran amor.
Será entonces cuando diga
con el brillo de mis ojos
a vos, a la playa, al cielo,
todo eso que yo siento
y es mi poesía mejor.
Tomaré tu suave mano
mientras te bañas de luna,
y te miraré sin prisa,
en tanto ondea la brisa
tus cabellos a su son.
Entonces, pequeña mía,
asistirás a un prodigio:
verás entreabierto el cielo
y despojado de velos
al propio rostro de Dios.
Será así el mismo Supremo
quien te dirá, vida mía:
"Este es el hombre elegido
por mí desde algún principio
para colmar tu pasión ".
"Te ama más de lo que crees,
aún más de lo que esperabas.
No hay palabras en su idioma
para que de alguna forma
pueda cantarte su amor.".
"Por eso es que hoy Yo quise
contemplar cuánto se aman,
y con lenguaje divino
hacer llegar a tu oído
la voz de su corazón".
a Olga
1999)
****Estuche de piel rosada
Estuche de piel rosada,
llevas en tu vientre un niño.
El misterio de la vida
va por el mundo contigo.
Sé que a veces sientes algo,
como un temor sin sentido,
como un miedo a no saber
lo que será de tu niño.
Sumergido en tus entrañas
lo sientes bien protegido;
se va formando despacio
en la penumbra del nido.
Pero ha de salir un día.
Dejará lo conocido
para comenzar, llorando,
lo difícil del camino.
Y sufrirá como tú
lo que tú ya has sufrido,
pero tendrá las sonrisas
que también tú has tenido.
¿Por qué no podrás guardar
en tus entrañas al niño
para que, dentro de ti,
esté siempre protegido?
Estuche piel rosada,
temes lo que yo he temido:
¿Qué mundo estará esperando
a los hijos que quisimos?
No temas, mujer, no temas.
Será muy fuerte tu niño.
Podrá enfrentar victorioso
hasta lo desconocido.
Pero necesitará
todo ese amor compartido
de madre, esposa y mujer;
de padre, esposo y amigo.
Estuche de piel rosada,
llevas en tu vientre un niño.
Bendita seas, mujer.
Eres un milagro vivo.
***Reflexiones finiseculares - Tres poemas (allá por el 2000)
El siglo XX iba sumiéndose en esa calificación de antiguo cuando pocas semanas después se convertiría en "el siglo pasado". Vos, yo, casi todos los que hoy todavía andamos circulando por este mundo, también nos transformaríamos, por primera vez, en "gente del siglo pasado".No recuerdo si fue para algún certamen literario al que nunca las envié, escribí estas tres poesías que di en llamar "Reflexiones finiseculares".Muy pocos amigos las leyeron. Estimo que no fueron más de una docena, si la memoria no me traiciona. Pero es un buen momento para ponerlas a tu consideración, por si se da la circunstancia no demasiado probable de que te parezcan buenas.De todos modos, consideralas las reflexiones de un amigo que, sorprendido por el cambio de centuria que se avecinaba, volcó sus ideas en el papel.
LA POESÍA
Cuando mi niño crezca, ¿habrá poesía?
¿Cómo dirá al mundo que la vida es bella
si así la vida fuere
todavía?
¿Con qué palabras cantará a su amada
el ardor de su pecho apasionado
si el amor existiere
todavía?
¿Dónde hallará los versos que le alivien
de sus dolores y sus aflicciones
si algún alivio hubiere
todavía?
Si posible me fuera en este instante
asegurarle una herencia que perviva,
dejaría en sus manos, sin dudarlo,
la poesía
EL AMOR
En tanto un hombre habite el Universo
conteniendo alguna forma de alma
que sea capaz de generar pasiones,
la llama del amor y su energía
a esa existencia brindarán razones.
Quizá el amor del siglo venidero
no será similar al sentimiento
que en tí y en mí inunda lo profundo
al evocar mujer, hijos, amigos,
o algún Ser Superior creador del mundo.
Tal vez mañana el hombre sólo ame
aquél o aquello que se le permita,
y que no atente contra su eficiencia
ni le provoque estímulos espurios
que de su tiempo signifiquen pérdida.
De cumplirse un presagio tan oscuro,
viéndose así privado de ser libre
para elegir en quién pondrá su afecto,
volverá la mirada a este pasado
donde le aguardan, con amor, mis versos.
LA ESPERANZA
Fértil estado del ánimo del hombre
que convierte en posible lo deseado.
Virtud sublime de quien en Dios confía
para alcanzar el cielo procurado.
Por esperar durante tantos siglos
una justicia terrenal ecuánime
dadora de lo suyo a cada uno,
cerca se está de la desesperanza
en el umbral del siglo veintiuno.
Llevado por la magia de una Ciencia
nacida de la duda cartesiana
que sólo cree en la esperanza fáctica,
la virtud teologal fue reemplazada
por aleatoria "esperanza matemática".
Mas si la esencia humana resistiese
los embates de tantas asechanzas
quizá logre preservar oculta
de albergar esperanzas, la esperanza.
***
Esquel y vos
¿Sabés por qué Esquel tan pronto se hizo tuya y se metió en tu alma como si desde siempre ella y vos fueron una?
¿Sabés por qué esta gente se te brindó en afecto y te confió sin vueltas sus sueños, sus anhelos, como a una vieja amiga?
Es que Esquel y vos se asemejan en todo. Sencillas, inocentes, amables, solidarias y esencialmente buenas. Tienen el simple encanto de lo que es verdadero y brota desde el fondo de un alma sin dobleces.
Por eso es que las amo, a Esquel y a vos. Me han enamorado como si fueran una y casi no concibo vivir lo que me queda sin tenerte a mi lado en alguna casita de este rincón del mundo que se parece a vos.
Y si es que como creo existe un paraíso, será seguramente como esta Comarca hermosa, y el angelito bueno que me tendrá a su cargo llevará sin duda tus ojos, tu sonrisa, y la ternura inmensa de tu tan dulce voz.
La Voz de Dios
Cuando veamos la noche
juntos en alguna playa
de una cálida ribera,
quizá tengas la primera
prueba de mi gran amor.
Será entonces cuando diga
con el brillo de mis ojos
a vos, a la playa, al cielo,
todo eso que yo siento
y es mi poesía mejor.
Tomaré tu suave mano
mientras te bañas de luna,
y te miraré sin prisa,
en tanto ondea la brisa
tus cabellos a su son.
Entonces, pequeña mía,
asistirás a un prodigio:
verás entreabierto el cielo
y despojado de velos
al propio rostro de Dios.
Será así el mismo Supremo
quien te dirá, vida mía:
"Este es el hombre elegido
por mí desde algún principio
para colmar tu pasión ".
"Te ama más de lo que crees,
aún más de lo que esperabas.
No hay palabras en su idioma
para que de alguna forma
pueda cantarte su amor.".
"Por eso es que hoy Yo quise
contemplar cuánto se aman,
y con lenguaje divino
hacer llegar a tu oído
la voz de su corazón".
a Olga
1999)
juntos en alguna playa
de una cálida ribera,
quizá tengas la primera
prueba de mi gran amor.
Será entonces cuando diga
con el brillo de mis ojos
a vos, a la playa, al cielo,
todo eso que yo siento
y es mi poesía mejor.
Tomaré tu suave mano
mientras te bañas de luna,
y te miraré sin prisa,
en tanto ondea la brisa
tus cabellos a su son.
Entonces, pequeña mía,
asistirás a un prodigio:
verás entreabierto el cielo
y despojado de velos
al propio rostro de Dios.
Será así el mismo Supremo
quien te dirá, vida mía:
"Este es el hombre elegido
por mí desde algún principio
para colmar tu pasión ".
"Te ama más de lo que crees,
aún más de lo que esperabas.
No hay palabras en su idioma
para que de alguna forma
pueda cantarte su amor.".
"Por eso es que hoy Yo quise
contemplar cuánto se aman,
y con lenguaje divino
hacer llegar a tu oído
la voz de su corazón".
a Olga
1999)
****
Estuche de piel rosada
Estuche de piel rosada,
llevas en tu vientre un niño.
El misterio de la vida
va por el mundo contigo.
Sé que a veces sientes algo,
como un temor sin sentido,
como un miedo a no saber
lo que será de tu niño.
Sumergido en tus entrañas
lo sientes bien protegido;
se va formando despacio
en la penumbra del nido.
Pero ha de salir un día.
Dejará lo conocido
para comenzar, llorando,
lo difícil del camino.
Y sufrirá como tú
lo que tú ya has sufrido,
pero tendrá las sonrisas
que también tú has tenido.
¿Por qué no podrás guardar
en tus entrañas al niño
para que, dentro de ti,
esté siempre protegido?
Estuche piel rosada,
temes lo que yo he temido:
¿Qué mundo estará esperando
a los hijos que quisimos?
No temas, mujer, no temas.
Será muy fuerte tu niño.
Podrá enfrentar victorioso
hasta lo desconocido.
Pero necesitará
todo ese amor compartido
de madre, esposa y mujer;
de padre, esposo y amigo.
Estuche de piel rosada,
llevas en tu vientre un niño.
Bendita seas, mujer.
Eres un milagro vivo.
***
Reflexiones finiseculares -
Tres poemas (allá por el 2000)
El siglo XX iba sumiéndose en esa calificación de antiguo cuando pocas semanas después se convertiría en "el siglo pasado". Vos, yo, casi todos los que hoy todavía andamos circulando por este mundo, también nos transformaríamos, por primera vez, en "gente del siglo pasado".
No recuerdo si fue para algún certamen literario al que nunca las envié, escribí estas tres poesías que di en llamar "Reflexiones finiseculares".
Muy pocos amigos las leyeron. Estimo que no fueron más de una docena, si la memoria no me traiciona. Pero es un buen momento para ponerlas a tu consideración, por si se da la circunstancia no demasiado probable de que te parezcan buenas.
De todos modos, consideralas las reflexiones de un amigo que, sorprendido por el cambio de centuria que se avecinaba, volcó sus ideas en el papel.
LA POESÍA
Cuando mi niño crezca, ¿habrá poesía?
¿Cómo dirá al mundo que la vida es bella
si así la vida fuere
todavía?
¿Con qué palabras cantará a su amada
el ardor de su pecho apasionado
si el amor existiere
todavía?
¿Dónde hallará los versos que le alivien
de sus dolores y sus aflicciones
si algún alivio hubiere
todavía?
Si posible me fuera en este instante
asegurarle una herencia que perviva,
dejaría en sus manos, sin dudarlo,
la poesía
EL AMOR
En tanto un hombre habite el Universo
conteniendo alguna forma de alma
que sea capaz de generar pasiones,
la llama del amor y su energía
a esa existencia brindarán razones.
Quizá el amor del siglo venidero
no será similar al sentimiento
que en tí y en mí inunda lo profundo
al evocar mujer, hijos, amigos,
o algún Ser Superior creador del mundo.
Tal vez mañana el hombre sólo ame
aquél o aquello que se le permita,
y que no atente contra su eficiencia
ni le provoque estímulos espurios
que de su tiempo signifiquen pérdida.
De cumplirse un presagio tan oscuro,
viéndose así privado de ser libre
para elegir en quién pondrá su afecto,
volverá la mirada a este pasado
donde le aguardan, con amor, mis versos.
LA ESPERANZA
Fértil estado del ánimo del hombre
que convierte en posible lo deseado.
Virtud sublime de quien en Dios confía
para alcanzar el cielo procurado.
Por esperar durante tantos siglos
una justicia terrenal ecuánime
dadora de lo suyo a cada uno,
cerca se está de la desesperanza
en el umbral del siglo veintiuno.
Llevado por la magia de una Ciencia
nacida de la duda cartesiana
que sólo cree en la esperanza fáctica,
la virtud teologal fue reemplazada
por aleatoria "esperanza matemática".
Mas si la esencia humana resistiese
los embates de tantas asechanzas
quizá logre preservar oculta
de albergar esperanzas, la esperanza.
***
Esquel y vos

A PRIORI
************
Estos son los últimos versos que hoy escribo
a quien me amara como no sabía;
quien sólo acaso fuera un accidente
en la azarosa ruta de mi mi vida.
Este es el último poema triste que le dejo
entre sus manos húmedas y frías.
Pero sé que habrán otros poemas
y alguna otra creerá en mis mentiras;
porque entretanto siga transitando
esta azarosa ruta de mi vida
perseguré sin temores ni desmayos
algún nuevo fantasma cada día.
Y sé también que nadie como ésta
que ante mí yace hoy, rígida y fría,
castigará muriendo por su mano
de mis poemas todas las mentiras.
Daniel Aníbal Galatro
13 de Julio de 1981
Inédito
************
NEGRA SANGRE OCULTA

Virgen de los ripios,
del mar azul y frío.
Señora del viento incesante,
de los cielos profundos y sin nubes.
Santa Patrona de este sur inclemente,
dime dónde está
la negra sangre oculta de la tierra.
Hombre del casco amarillo y la tez cobriza,
violo la castidad mineral de lo agreste
con sordas explosiones que analizan entrañas
de un suelo de ripios,
del fondo de ese mar azul y frío,
en lucha cotidiana contra el viento incesante,
bajo cielos profundos y sin nubes.
Santa Patrona de este sur inclemente,
dime dónde está
la negra sangre oculta de la tierra.
Hombre del casco amarillo venido de muy lejos
desde una ciudad que late su grandeza
muy al norte de tus soledades,
llego hasta tí y me enamoro
hasta de las piedras que golpean ese azul transitar motorizado
por los caminos que conducen a las búsquedas,
por los senderos que me llevan al hallazgo.
Hombre de la piel cobriza
quemada poco a poco bajo un sol distinto,
apoyo mis ansias auditivas contra el suelo
buscando percibir algún latido
de ese corazón no hollado que bombea.
Santa Patrona de este sur inclemente,
al llegar tu señal reveladora a mi alcance quedará el secreto.
Hinco mi ser, beso los ripios,
dispongo mente y cuerpo a la tarea
de horadar con mi sexo de diamante y widia
hasta penetrar el secular refugio
donde, desde antes de la prehistoria,
yace, aguardándome, la negra sangre oculta de la tierra.
2 - NEGRA SANGRE DESCUBIERTA
Un millar de millares de veranos te separan de mí.
Capa tras capa, mineral corteza se fue recostando sobre tu tesoro
para protegerlo de mis manos rudas.
Será inútil.
Golpe tras golpe comienzo a derrotarla.
Mi cuerpo es de metal, con cien cerebros.
No hay prisa alguna para la tarea.
Tenemos todo el tiempo y bocas expectantes
aguardando la savia que procuro,
la negra sangre descubierta.
Gira, gira la rueda inexorable.
Desgarra los terrones.
Penetra la pureza.
Muele.
Roe.
Tritura.
Despedaza.
Avanza lento en la marcha que no cesa
.
Gira, gira la rueda inexorable.
Desgarra los terrones.
Penetra la pureza.
Muele.
Roe.
Tritura.
Despedaza.
Hunde su rostro duro en lo profundo de la tierra.
No detiene su giro la rueda implacable,
perforando los siglos y las piedras.
Desgarra los terrones.
Penetra la pureza.
Muele.
Roe.
Tritura.
Despedaza.
En pos de la negra sangre descubierta.
"La roca late sobre mí. Alguien me busca.
Por fin han comprendido las angustias
de esta prisión de rocas.
Quisiera ir a su encuentro,
arrojarme en sus brazos,
empaparlo en la dicha de ser libre.
¡Libre otra vez!
Como cuando era trozo de corteza,
hoja, flor, fruto,
y sabía de otoños y de primaveras.
Ha de llegar el instante,
sé que llegará,
en que aquél que me busca se impondrá a la roca.
Ascenderé hasta él, sea quién sea,
en un orgasmo vital e interminable,
para que cese en sus afanes,
que soy yo, ¡sí! soy yo
la negra sangre descubierta."
3-NEGRA SANGRE MANANTE
Surge ya desde la entraña de la tierra
una ola aceitosa que recorre con prisa
largo camino vertical metálico.
El hombre del casco amarillo y la tez cobriza no lo sabe aún.
Apenas lo presiente.
Mas dentro de un momento tendrá la certidumbre.
Desde allá muy abajo, desde la prehistoria, desde mucho antes,
alguien que él no conoce premiará sus luchas
con un chorro viscoso que ocultará el cielo.
"Seas quien seas, voy a tu encuentro,
mi amado libertador desconocido.
Dentro de este seno líquido arrastrando
un canto agradecido.
La ascensión se me ocurre interminable.
Al final del cilíndrico camino
veo cielos profundos y sin nubes.
Junto al extremo cada vez menos lejano,
¿aguardas mi llegada?
No tardo.
Ya no soy prisionera de las rocas.
En el próximo instante, merced a tus esfuerzos,
te brindaré el poema de mi risa surgente,
mi viscosa alegría."
Santa Patrona de este sur inclemente, me has escuchado.
Tu altar serán las torres erguidas en las piedras.
No habrá música más sacra en esta tierra agreste
que el martillear constante de bombas extractoras.
Rodillas en la tierra, las ropas empapadas
con la negra sangre surgente de este suelo,
te doy gracias.
Virgen de los ripios, ya no importan
el mar azul y frío,
el viento incesante,
las noches sin descanso,
las mechas desgastadas,
los pozos anegados,
los engranajes rotos,
la mujer y los hijos añorando
en la ciudad que late su grandeza
muy al norte de tus soledades.
Sólo importa la líquida victoria,
canto energético que mana de la tierra
y apoya en sí mismo busca el cielo.
"Benefactor amado, ahora te conozco.
Si supieras qué hermoso parecías
con tu casco amarillo, con tu piel cobriza,
impregnado de mí,
danzando como un enloquecido
en torno a la columna incontenible,
tallo dinámico alejándose del suelo.
¡Oh! Libertad ansiada por milenios. Estás aquí.
Como cuando era trozo de corteza,
hoja, flor, fruto,
y sabía de otoños y de primaveras.
Soy libre. Lo ha logrado el hombre.
Bajo cielos profundos y sin nubes,
mi cuerpo con su cuerpo,
mi sangre con su sangre
por vez primera fusionadas,
se han amado."
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