Y la guerrera gloriosa
lo amó, cuidó y bendijo.
Bella como una flor,
guió la guerrera a su guerrero ilustre
por el mágico camino de los sueños.
Y tuvieron, la guerrera y el guerrero,
su propio y mágico abanderado
que los guió por el camino de los sueños.
Y él, delante como todo abanderado
para señalarles el camino.
Y Dios los escuchó.
Y juntos, guerrera, ilustre y abanderado,
admiraron unidos la justicia de Dios.
Y no sólo esta justicia admiraron
si no también sueños de otros guerreros caídos,
que junto a lobos, agricultores y samuráis
danzaban un gran rock and roll.
Esquel, Chubut Argentina
"El Paraíso de mi Mundo"
La patagonia Argentina
La patagonia Argentina
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