convirtiéndolos en leyenda.........
Y en el periplo hipnótico de su vida
su corazón
fue quebracho leñoso
Las hebras de su pelo
fueron cizañas que degollaron
cualquier espantajo que galopaba
para carcomer su alma
Tiró bengalas con sus ojos
cual un signo malversado
de su odio
Y su piel, envoltura de su
agrietado cuerpo,
fue el callejón sin salida
para los hombres
que pasaron por ella
En el confín de sus días,
ni el granizo de amores
que salpicó su vida
pudo devolverle la serenidad anhelada
Hoy, bajo su tumba
escribo este ominoso epigrama:
"Aquí yace ella, la que nació sin alma"
De: Raquel Patricia Marrodan Conte
Gracias Raquel!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario