LAGRIMAS
En la oscuridad de la estancia,
estábamos los dos amándonos...
En tus ojos brillaron
dos lágrimas,
a mí me dolió al verlas caer...
Ardientes por tus mejillas
sin poderlas contener...
Amor, es culpa mía,
no te quiero perder,
y rodaron las mías
pero al suelo fueron a caer...
Tus labios se entreabrieron
murmurando no sé qué...
Las luces se encendieron,
cabizbajo me quedé...
¡Cobarde he sido!
¡No pude enterder,
si estabamos amandonos!
¿Por qué tuvo que suceder?
V.E
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